Artículo publicado en EFEVerde
La ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha criticado la propuesta de algunas regiones europeas de relajar las normas anticontaminación, y ha alegado que “frente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la calidad del aire y la salud de las personas no hay negociación ni regate”.
Así lo ha manifestado Ribera desde su cuenta de Twitter, en la que ha defendido “políticas comprometidas ambiental y socialmente”, para lo cual “la agenda urbana también cuenta”, ha dicho a pocos días de que se celebren las elecciones municipales y autonómicas, el domingo 28 de mayo.
En un documento adelantado este jueves por EL PAÍS, ocho regiones europeas -entre las que figuran Madrid y Cataluña- han plasmado su preocupación respecto al endurecimiento de la normativa europea para hacer frente a la contaminación del aire, en que las instituciones comunitarias trabajan desde 2022 para alinear los niveles máximos de contaminantes permitidos en la UE con los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En concreto,la Iniciativa de Regiones de Calidad del Aire (AIR), formada en 2011, ha pedido que esa revisión en curso de las directivas europeas de calidad del aire contemplen excepciones para algunas regiones, una propuesta que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha tachado de “indecente”.
La iniciativa AIR, que integran Cataluña y Madrid, las provincias holandesas, las regiones italianas de Emilia-Romagna, Lombardía, Piemonte y Véneto y la austríaca de Estiria, aclara defender las políticas anticontaminación de la UE pero resalta la dificultad política para lograr los objetivos.
Algunas de las ciudades que se incluyen en esas regiones -entre ellas, Madrid, y Barcelona- ya rebasan los niveles europeos de contaminantes atmosféricos como el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono troposférico (O3), las pequeñas partículas en suspensión (PM2,5 y PM10), el dióxido de azufre (SO₂) y el monóxido de carbono (CO), límites que son más blandos de los que fija la OMS.
Tal y como señalan en el escrito desde la iniciativa AIR, las concentraciones en estas ocho regiones “superan con mucho las últimas recomendaciones de la OMS”, y alegan que todas ellas están densamente pobladas e industrializadas, y que “pertenecen a las regiones económicamente más competitivas de la UE”.
“Todas las regiones AIR tienen un desafío con respecto a la calidad del aire debido a la gran cantidad de habitantes, la alta actividad económica y el tráfico”, argumentan.
Pero el Gobierno ha desafiado esta propuesta, y en declaraciones a los medios ha incidido en que la crisis climática “viene advirtiendo de que no hay tiempo ni excusas”, para recordar también el peligro de la contaminación atmosférica, que en España “causa más de 30.000 muertes prematuras”.
Desde el ministerio también han hecho hincapié en que “Madrid y el área metropolitana de Barcelona han incumplido sistemáticamente los límites de contaminación entre 2010 y 2018” y ha recordado asimismo que España ha sido condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por vulnerar la normativa de calidad del aire.
“Es un problema de salud pública muy serio que el Gobierno de España ha atacado de raíz con la obligación de establecer zonas de bajas emisiones en todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes, prevista en la Ley de Cambio Climático”, ha señalado el Miteco, que ha asegurado estar “luchando en Bruselas” para que la normativa de calidad de aire sea “mucho más exigente”.
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