Artículo publicado en EFEVerde
Los consumidores “solemos pensar que no somos importantes pero en realidad somos fundamentales” para impulsar la transición ecológica porque “depende de dónde pongamos nuestro dinero ayudaremos a que las cosas cambien” ha indicado a EFE la periodista y activista Ana de Santos Gilsanz, que publica ‘Vivir sin huella’ (Zenith).
La obra es “una guía para aprender a reducir la huella ambiental y ecológica” y “no hipotecar más los recursos de las futuras generaciones” y en ese sentido muestra cómo reducir el impacto ambiental a través de consejos, experiencias, sugerencias prácticas, fichas y cuestionarios que ayudarán a los lectores a “encontrar su propósito y comprometerse”.
Las recomendaciones incluidas en el libro son “el fruto de años de consulta a expertos y mucha investigación” propia y pueden aplicarse a todos los ámbitos de la vida, desde el trabajo hasta los armarios del hogar o a la hora de hacer la compra para tomar conciencia de los comportamientos personales y reorientarlos.
“Algunos son bastante significativos y ayudarán a reducir mucho la huella” aunque De Santos advierte de que “hay que proceder sin pausa pero sin prisa, para no desmotivarse” y más, en caso de sufrir “ecoansiedad”: un sufrimiento psicológico que “se puede curar si uno no se queda parado y al mismo tiempo tiene la seguridad de que estamos a tiempo de cambiar las cosas”.
Personalmente “no he sido siempre una especie de Greta Thunberg y tampoco he vivido lejos del consumismo” sino que su interés por los temas ambientales comenzó a raíz de su maternidad porque “quiero que mi hijo disfrute de la Naturaleza y el bienestar que yo he tenido” y en ese sentido aspira a demostrar que “reducir nuestro impacto en el entorno es un reto alcanzable”.
No extraer nuevos recursos
En ese sentido “está bien empezar a comprar cosas sostenibles a partir de ahora pero, si tú ya tienes otro tipo de cosas, no las tires porque no lo sean” porque hacerlo significaría “tirar todos los recursos con los que se generaron” y “de lo que verdaderamente se trata es de conservar y valorar” lo que ya existe.
En su opinión, “lo mejor es no comprar ni consumir, pero la segunda mano es igual de importante porque no extraes nuevos recursos” y de ahí la importancia de la reutilización, por ejemplo, en los textiles con los que se puede “disfrutar del placer de repetir prendas y saber que, si necesitas algo más, está en el armario de tu hermana o incluso puedes alquilarlo”.
Los principales cambios en el estilo de vida que propone la autora están relacionados con la alimentación, la higiene y el consumo de internet porque “creo que a día de hoy ninguno podemos dejar de comer, ni de cuidarnos, ni de estar conectados” pero lo mejor de ‘Vivir sin huella’ es que estos cambios “son buenos para el planeta y también para nuestro bienestar y el de nuestro bolsillo”.
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