Irlanda tomará medidas para abordar la grave escasez de viviendas en algunas ciudades como Dublín mediante la regulación de las plataformas de alquiler vacacional como Airbnb, dijo el jueves el ministro de vivienda del país.
Al igual que muchos países de todo el mundo, Irlanda está lidiando con el efecto que la creciente popularidad del intercambio de viviendas está teniendo en la escasez de pisos, particularmente por la disminución del número de propiedades disponibles para el alquiler a más largo plazo, una década después del espectacular estallido de una burbuja inmobiliaria.
A pesar de contar con un “stock” de viviendas después del declive inmobiliario que comenzó en 2008 y redujo a la mitad el valor medio de las propiedades, la escasez de casas ha aumentado al ritmo de las demandas de una economía y una población con tasas de crecimiento entre la más altas de la UE.
Las nuevas regulaciones, que son similares a las introducidas este año en Toronto, entrarán en vigencia a partir de junio y tendrán como objetivo disuadir a los propietarios profesionales para que no retiren sus viviendas del mercado de alquileres a largo plazo en favor de estancias de corta duración.
Otras ciudades, incluyendo Berlín, Barcelona y París, también han tomado medidas para limitar el número de propiedades que se utilizan para alquileres a corto plazo, ya que la práctica aumenta los precios de los alquileres a largo plazo y aleja a los residentes de las demandadas zonas céntricas.
“Queremos proteger… la práctica de compartir viviendas cuando alguien alquila una habitación de su casa o incluso toda la casa si se van de vacaciones dos semanas para tener más dinero para pagar las facturas”, dijo el jueves el ministro de Vivienda, Eoghan Murphy, a la emisora nacional RTE.
“Pero queremos terminar la práctica en la que alguien con una segunda vivienda… la saque (del mercado de alquiler a largo plazo) porque es muy rentable ponerla en alquiler vacacional a corto plazo”.
En virtud de las nuevas regulaciones, las segundas residencias no se pueden usar para alquileres a corto plazo a menos que ya tengan licencia de alquiler turístico concedido por la autoridad urbanística municipal.
Los propietarios de segundas residencias pueden solicitar a las autoridades urbanísticas un cambio de uso, pero en situaciones en que la demanda de alquileres a largo plazo es alta, es poco probable que obtengan el permiso.
Los propietarios de viviendas podrán alquiler su vivienda principal completa a corto plazo por un máximo de 90 días en un año y hasta 14 días de una vez, y alquilar una habitación dentro de su hogar sin restricciones.
Algo menos de 8.000 casas nuevas se acabaron de construir en Irlanda en los primeros seis meses del año, un 30 por ciento más en términos interanuales, pero aun así se espera que no lleguen a las 35.000 que según los analistas se necesitan anualmente solo para aumentar al ritmo de la demanda.
Fuente: Reuters
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