¿Es el consumo interno el motor de la recuperación económica?

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Innovación

Por: RAQUEL VILLAÉCIJA

La crisis sanitaria ha revolucionado el sector del comercio, creando situaciones extremas: dramáticas por un lado (en el caso del comercio no alimentario) y de crecimientos inusuales (en el caso de los supermercados). Durante los meses de confinamiento el único canal que permaneció abierto, además de los súper físicos, fue el online, y hasta la compra de alimentación por internet, que hasta ahora era casi residual, ha crecido como nunca antes se había imaginado.

Para Javier Millán Astray, director de Anged, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, «la situación es dual, con una diferencia entre los sectores que eran esenciales y han podido permanecer abiertos y los que no».

En el primero de los casos, las ventas en alimentación han crecido a dos dígitos, algo inusual en un sector que es bastante estable (registra crecimientos que no suelen pasar del 2%), dado que la población no crece y no hay más bocas que alimentar. Sin embargo, el descenso del consumo fuera del hogar propició estos aumentos en la facturación que no habían sido vistos en décadas.

«Podemos decir que la situación es de ligero optimismo, aunque con muchas cautelas. Después de haber estado cerrados, con el ecommerce como único canal de venta, la reapertura de comercios físicos ha supuesto un alivio para la mayoría. Esto no quiere decir que hayan recuperado niveles precrisis, pero en comparación con los -50% o -80% respecto al año anterior de los meses de confinamiento, la reapertura ha sido un ligero respiro y avance», señala Fernando Pasamón, socio responsable global de Consultoría para el sector Retail de Deloitte.

Para José María Bonmatí, director general de Aecoc, la Asociación de Fabricantes y empresas de Gran Consumo, «la incertidumbre económica y también la inquietud sobre cómo va a evolucionar la situación sanitaria están condicionando claramente el comportamiento del consumidor, si bien hay claras diferencias dependiendo del tipo de retail». La hostelería, por ejemplo, está afrontando su reapertura con muchas dificultades y claramente lastrada por la falta de turismo, y el textil acumula, hasta junio, una caída de en torno al 39% con respecto al año anterior, según los datos que maneja la patronal Acotex y que destacan que en junio la caída de las ventas (considerando venta física y online) se sitúa en el 25,8%.

ALIMENTACIÓN
La alimentación, coinciden todas las fuentes, ha hecho de avanzadilla para el resto de comercio, porque empezaron a implantar todas las medidas de seguridad e higiene (mamparas, mascarillas, distancia de seguridad…) que después se han aplicado al resto del comercio.

Pero para Millán-Astray, «en lo que hay que centrarse a partir de ahora es en los sectores que no han podido abrir». Las empresas han estado tres meses sin actividad y acumulan una caída de ventas del 30%, en el mejor de los casos. Para el textil, el desplome es del 60% con respecto al año pasado. En equipamiento del hogar, según Anged, la caída es del 25%. «Las cifras son escalofriantes. Ahora la prioridad es doble: tenemos, por un lado, que recuperar la actividad; por otro, intentar dinamizar el consumo interno, que es lo que nos va a permitir recuperar parte de las ventas y mantener el empleo», señala.

Para reactivar la demanda no podemos contar con el comercio exterior, pues se prevé una caída a nivel general del 30%, por lo que «el consumo interno se queda como el único instrumento para crecer». «Pasadas unas semanas, que han coincidido con el inicio de las rebajas, se nota la realidad del consumidor español, con un nivel de preocupación elevado aún, con parte de la población afectada por ERTES, por la reducción del tejido y actividad empresarial, por supuesto afectada directa e indirectamente por la caída del turismo, la incertidumbre», señala Pasamón.

El sector de ferretería y bricolaje que, tras una caída del 75,4% de las ventas en el mes de abril, está registrando récords de facturación desde su reapertura, según Aecoc. «Todo apunta a que el consumidor está recuperando las compras aplazadas en la temporada de primavera y también que se está optando por acondicionar sus viviendas para pasar un verano sin grandes viajes o incluso con nueva restricciones de movilidad. En cualquier caso habrá que esperar también para ver cuál ha sido el impacto de la crisis en el tejido empresarial del sector», señala Bonmatí.

Según Xandra Falcó, recién nombrada presidenta del Círculo Fortuny, que agrupa empresas y marcas de lujo, el parón del turismo tendrá un impacto en el consumo de este tipo de bienes de alta gama, que habitualmente se quedan fuera de las crisis, pero que en esta ocasión también han sufrido el parón de la actividad. «Será crucial la reactivación del turismo, cuando se acelere, ayudará a que el comercio se recupere», explica.

CAMBIOS ESTRUCTURALES
Además del daño y el impacto, la pandemia ha dejado una huella en nuestra manera de consumir. «Desde luego, el gran cambio ha sido la digitalización del ciudadano. El confinamiento nos obligó a canalizar toda nuestra actividad a través de dispositivos digitales (desde el teletrabajo, deporte y ocio vía apps y plataformas de contenido, citas médicas online, formación, comunicación, por supuesto ecommerce, etc.)», según el experto de Deloitte.

Para Bonmatí, la crisis «ha sido todo un revulsivo para tendencias y cambios que ya se estaban gestando y que van a jugar un papel clave en el futuro de los negocios. «Para responder eficazmente a esos nuevos desafíos, las empresas van a necesitar nuevos perfiles profesionales que habrá que identificar y formar, por lo que la captación y apuesta por el talento también va a tener un papel fundamental en el nuevo escenario que se está perfilando». Desde Anged, Millán Astray recuerda la importancia de flexibilizar los horarios comerciales en las comunidades que restringen las aperturas en festivos. Teniendo en cuenta que las empresas han estado cerradas tres meses, esto supone que «han cerrado uno de cada tres días en este año». «Un elemento importante para dinamizar el consumo sería abrir más domingos y festivos el resto del año, porque siempre vendes más con la tienda abierta que con ella cerrada».

Según Aecoc, la previsión es que en 2021 haya un rebote de la economía que ayude a paliar la situación del desempleo y que haga que la rueda del consumo vuelva a girar.

«Habría que esperar a ver este segundo semestre del año para empezar a poner fechas y, evidentemente, dependerá del sector. Estamos viendo una recuperación de la propensión al consumo muy rápida, pero no descarto que en oleadas futuras retrocedamos algún paso en este sentido», señala Fernando Pasamón.

«Estamos viendo que cuando no tomamos precauciones, todavía hay riesgo de contagio y creo que esto afectará negativamente en las próximas encuestas, por lo que me sumo a la cautela de comercios respecto a ver qué ocurre durante los próximos meses. No obstante, y a nivel general, 2021 será un año de recuperación tras la caída de 2020 y no será hasta 2022 cuando se empiecen a ver datos precovid en algunos sectores», concluye el experto.

EL COMERCIO ELECTRÓNICO, EL MEJOR PARADO

Si hay un sector que ha salido beneficiado del confinamiento ha sido el ecommerce, el único canal que pudo permanecer activo durante los meses de parón. Según José Maria Bonmati, director general de Aecoc, «la digitalización que prácticamente ya estaba en todos los planes estratégicos de las compañías del gran consumo ha jugado un papel clave en la gestión de la crisis del Covid y, sin duda, lo va a seguir desempeñando en el futuro». Los expertos consultados coinciden en que éste será un pilar esencial del futuro del comercio y, de hecho, hasta los supermercados han potenciado sus servicios de venta online durante la pandemia, alcanzado cifras de ventas nunca vistas con anterioridad. Será el futuro, «no sólo por las oportunidades que brinda el ecommerce -especialmente en el nuevo escenario- sino también en lo que respecta al intercambio de información entre empresas, eficiencia de la cadena de suministro, información al consumidor, formación de los equipos…», señala Bonmatí. «Evidentemente en tiempos de Covid disponer de una buena estrategia digital ha constituido una clara ventaja competitiva y lo va a seguir siendo», señala. Para Fernando Pasamón, el ecommerce «ha tenido un rol fundamental durante el confinamiento y lo seguirá teniendo también a partir de ahora». «Seguramente no mantendrá los volúmenes que vimos, pero mantendrá una tendencia positiva los próximos años, conforme vayan mejorando también los niveles de servicio por parte de fabricantes y distribuidores». A su juicio, probablemente habrá una reducción de tiendas, lo cual «no quiere decir que el canal ganador sea el online, sino que lo que se perfila como ganador es el concepto omnicanal (ecommerce con recogida, envío, devolución desde tienda, compra en catálogo…)

Publicado en El Mundo

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