«Uno de los ejes fundamentales de nuestra política de sostenibilidad medioambiental es la apuesta por la economía circular. Por ello, en lugar de generar un residuo de la cerveza recuperada, le estamos dando una segunda vida transformándola en energía de origen renovable, una medida que nos va a permitir reducir nuestra huella de carbono en unos 250.000 kg», afirma Karen Peiró, maestra cervecera.
Hace algunos día se publicó la noticia de que la reconocida compañía de cervezas Damm está retirando, desde hace ya diversas semanas, los barriles de cerveza que quedaron abiertos cuando los establecimientos de hostelería, a lo largo y ancho de España, se vieron obligados a cerrar las persianas tras decretarse el estado de alarma. Ante esta situación, Damm ha decidido reemplazar de forma gratuita todos estos barriles con unos nuevos, como medida de apoyo al sector en la lenta y progresiva reapertura de los locales. ¿Cuál es el beneficio para la empresa cervecera?
Hay un asunto energético y ambiental en el fondo de este proceso de recuperación de residuos. La cervecera calcula poder recuperar así un total de más de 3,5 millones de litros de cerveza, que piensa reutilizar. ¿Qué piensa hacer con estos residuos? En línea con su constante apuesta por la economía circular, Damm está transformando los residuos de estas cervezas en energía de origen renovable en su fábrica de El Prat de Llobregat (Barcelona).
Así es, toda la cerveza que se viene retirando de los establecimientos que quedaron con estos productos sin vender y que ya han pasado su tiempo de consumo apropiado, por haber estado abiertos, los está transportando escalonadamente hasta la fábrica de El Prat de Llobregat. ¿Qué es lo que va a hacer allí? va a utilizar estos residuos como para transformarlo en energía de origen 100% verde.
El proceso es sencillo. La cerveza se deposita en unos tanques que contienen unos microorganismos específicos que la digieren, produciendo así biogás. A continuación, el biogás es lavado y purificado para que, de esta manera, pueda ser utilizado como combustible en una instalación de cogeneración, que produce electricidad 100% de origen renovable.
«Uno de los ejes fundamentales de nuestra política de sostenibilidad medioambiental es la apuesta por la economía circular. Por ello, en lugar de generar un residuo de la cerveza recuperada, le estamos dando una segunda vida transformándola en energía de origen renovable, una medida que nos va a permitir reducir nuestra huella de carbono en unos 250.000 kg», afirma Karen Peiró, maestra cervecera de la fábrica de Damm de El Prat de Llobregat. «Mediante este proceso», afirma Peiró, «estimamos generar casi 670.000 kWh de electricidad, el equivalente al consumo medio mensual de unos 2.500 hogares españoles».
Esta iniciativa de reutilización de cerveza, la cual es retirada de la hostelería, se suma a muchas más, principalmente, a todos aquellos procesos de reutilización que Damm lleva a cabo durante el proceso de elaboración, envasado y distribución de sus cervezas. Según el informe sobre economía circular elaborado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, todas estas iniciativas han hecho de Damm una de las cinco empresas que más impulsan la economía circular en España. En dicho informe se destaca, entre otros datos, que el 99% de sus materias primas son valorizables y reincorporables a la cadena productiva.
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