Más de dos tercios de los españoles dice que, una vez superada la pandemia, volarán menos frecuentemente en avión
La crisis climática y la preocupación que suscita la covid-19 convulsionan la escala de valores sociales. Dejar de viajar en avión es el sacrificio más asumible o la opción que los españoles ven más fácil a la hora de adoptar hábitos para combatir la crisis climática. En cambio, lo que consideran más duro sería tener que renunciar a hacer uso del coche particular. Mientras tanto, el 74 % de los españoles confiesa que ahora son menos proclives a usar el transporte público por la preocupación que les causa la covid-19.
El 42% de los españoles cree que renunciar a los vuelos es la alternativa más asumible para mitigar el cambio climático; mucho más que no poder disfrutar de las plataformas de vídeo en streaming (18%), dejar de comer carne (15%), no usar el coche (14%) o no comprar ropa nueva (12%).
En todo el mundo, predomina la idea de que lo más fácil para mitigar el cambio climático sería renunciar a volar; lo creen un 40 % de los europeos, un 38 % de los estadounidenses y un 43 % de los chinos.
Y, en sentido inverso, ¿cuál sería la opción más dura, a la que les costaría más acostumbrarse para combatir los efectos del cambio climático? Un 33% cree que renunciar al coche particular sería lo más duro, y un 31% piensa que lo peor es dejar de comer carne. Le siguen quienes señalan la renuncia a las plataformas de vídeo (16%), no poder comprar ropa nueva (13%) y dejar de volar (un 7%).
Son algunos de los resultados de la segunda edición de la encuesta sobre el clima 2020-2021 que publica el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el mayor prestamista de proyectos relacionados con el clima.
La encuesta la realizó la empresa de estudios de mercado BVA y se basará en entrevistas con más de 30.000 encuestados, y permite realizar comparaciones a nivel regional entre la Unión Europea (UE), Estados Unidos y China.
Al ser preguntados sobre su comportamiento ante la crisis climática, los españoles están entre los europeos más concienciados. El 80 % de ellos opina que sus decisiones y sus acciones pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático: son ocho puntos por encima de las medias europea y estadounidense (ambas del 72%) y cuatro puntos por debajo de la media en China (un 84%). No obstante, a una mayoría (68%) le preocupa más contraer la Covid-19 que los impactos a largo plazo del cambio climático.
Estos son algunos de los resultados de la segunda edición de la encuesta sobre el clima 2020-2021 que publica el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el gran proveedor de préstamos de la Unión Europea y el mayor para proyectos relacionados con el clima.
Al ser preguntados sobre su comportamiento ante la crisis climática, los españoles se sitúan entre los ciudadanos europeos más concienciados.
El 80 % de los españoles opina que sus decisiones y sus acciones pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático; son ocho puntos por encima de las medias europea y estadounidense (ambas del 72 %) y cuatro puntos por debajo de la media en China (un 84 %).
El 81% dice que está haciendo esfuerzos en esta línea (frente a la media de la UE-27, que es del 77%). El 24 % de los encuestados afirma, incluso, que están haciendo cambios radicales en su estilo de vida para luchar contra el cambio climático -dato que se sitúa cinco puntos por encima de la media europea, que es un 19 %-; un 58% sostiene que realiza esfuerzos limitados y el restante 13% dice que intenta hacer estos esfuerzos para su reducir su impacto pero que no lo consigue.
Las mujeres (el 86% de ellas frente al 76% de los hombres) son los que en mayor medida dicen que están haciendo esfuerzos. Las personas con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años (el 85%) y los residentes en la comunidad autónoma de Extremadura y Catalunya son los que dicen que están haciendo cambios más radicales.
La reducción de la ingesta de carne también ha centrado una pregunta de la encuesta. El 61% de los españoles se muestra dispuesto a reducir la compra de carne para reducir su huella de carbono (un 24% de ellos, incluso, en todo momento) frente al 39% que no está de acuerdo con esta idea. Se trata de un porcentaje algo inferior al de la UE-27 (66% contra 34%).
El 61% de los españoles se muestra dispuesto a reducir la compra de carne para reducir su huella de carbono
Además, sorprende el enorme apoyo que cosecha en España la idea de que -por los motivos ecológicos aludidos- se esté a favor de consumir alimentos de temporadas (94% vs 6%), porcentajes muy superiores a los de la UE (70% vs 30%).
Incluso hay una predisposición a dejar de comprar productos alimentarios que no son de proximidad (región o país), lo que recibe un apoyo de 72% (frente al 28%) con un 28% de adhesiones permanente a esta causa.
En el futuro, los planes de viaje se determinarán en función de la pandemia y de las cuestiones climáticas
Tres cuartas parte de los españoles (un 71% exactamente) dice que, una vez superada la crisis de la covid, volarán en avión menos frecuentemente (frente a 29% que no están de acuerdo con esa afirmación), con un 42% de personas adheridas a esta causa de manera permanente. Este es un porcentaje de detractores de los vuelos es algo inferior al de Europa (74% a favor, 26% en contra).
La repuesta más frecuente de los encuestados sobre el transporte aéreo es que -una vez superada la pandemia- dejarán de volar en avión (28%), seguida de la de los que intentarán o evitarán hacerlo cuando sea posible dados los impactos climáticos (22%).
Luego están los que dicen que volverán a sus hábitos habituales antes de la covid-19 (15%), los que lo harán cuando las vacunas o los tratamientos estén disponibles (14%), los que dejarán de volar porque están preocupados por el cambio climático (11%), y, finalmente, los que dicen que incluso dejarán de viajar de esta manera por la preocupación que les produce el virus (10%).
Más de dos tercios de españoles tiene decidido decantarse por el tren en detrimento del avión para trayectos de 5 o menos horas
El tren se abre camino frente al avión. Una vez superada la pandemia (y también para reducir su huella ecológica, más de dos tercios de españoles (el 69% frente al 31%) tiene decidido decantarse por el tren en detrimento del avión para trayectos de 5 o menos horas (porcentaje casi idéntico a los de la UE-27: 70% vs 30%).
Además, incluso están dispuestos a renunciar al viaje de sus sueños a un destino lejano un 55% (frente al 45%), un comportamiento mucho menos autoexigente que el de los europeos (62% sí, 38%, no).
No obstante, una clara mayoría de los españoles (el 68 %) confiesa que le preocupa más contraer la Covid-19 que los impactos a largo plazo del cambio climático.
El porcentaje aumenta al 77 % cuando se trata de españoles de 65 años o más, pero disminuye al 55 % entre los españoles de entre 15 y 29 años.
Ambroise Fayolle, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, ha declarado: «Tras la covid-19 tendremos la oportunidad de dar un salto cualitativo en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono y resiliente al cambio climático”, señala.
En su opinión, “una recuperación ecológica podría ayudarnos a acelerar la importante reducción de gases de efecto invernadero que necesitamos de aquí a 2030”.
Dice este experto que los ciudadanos de todo el mundo son conscientes de que su comportamiento individual puede mar la diferencia. “Como banco del clima de la UE, la función del BEI es acelerar esta transición verde mediante la financiación de energía limpia, soluciones de movilidad sostenibles e innovaciones que permitan a los ciudadanos cambiar sus hábitos para luchar contra el cambio climático»
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