Si el mejor residuo es el que no se genera, el mejor envase es el que no se pone en circulación. En este caso la reducción es mucho más importante que el reciclado.
El exceso de envasado sale caro: para el productor, para el consumidor y sobre todo para el planeta. Por eso la máxima a aplicar por la industria debería ser que el mejor envase es el que no se genera, el que dejamos de poner en manos del consumidor para traspasarle a él la pelota de su gestión. Algo que está siendo cada vez más penalizado en la acción de compra.
Hasta hace poco el mejor producto era el bueno, bonito y barato. Sin embargo cada vez somos más los que pedimos que, ante todo, sea ecológico. Por eso también son cada vez más las empresas de todos los sectores, desde el lujo hasta el gran consumo, que están recurriendo al ecodiseño para reducir la carga de envasado de sus productos.
El aumento de las ventas de productos a granel indica claramente que el consumidor quiere evitar antes que reciclar los envases
El ecodiseño o diseño ecológico es un método de la cadena de producción consistente en desarrollar y fabricar productos desde el respeto al medio ambiente en todo momento. De lo que se trata ahora es de prevenir y reducir la contaminación ligada a un producto a lo largo de todo su ciclo de vida: desde que se piensa y se diseña hasta que se produce, se comercializa, se usa y se convierte en residuo.
Aplicado a la cadena de envasado el ecodiseño es una de las estrategias más eficaces para avanzar hacia una producción más responsable y sostenible, ya que permite cerrar el círculo del uso de materiales y deja de externalizar el coste medioambiental de la fabricación de envases, envoltorios y embalajes.
Algo que por otra parte responde a la más pura lógica de mercado: ¿por qué ir a buscar las materias primas a la naturaleza, dónde son cada vez más escasas y costosas, cuando las tenemos en la mano, al final de la vida útil del producto?
La importancia del reciclaje
Basta con separarlos convenientemente mediante la recogida selectiva de residuos y recuperarlos a través de la industria del reciclado para la fabricación de nuevos productos. Por eso el ecodiseño es uno de los mejores ejemplos de la transición de la economía lineal del usar y tirar a la economía circular donde el residuo se convierte en recurso y vuelve a entrar en la cadena de valor.El reciclaje de vidrio se afianza durante la pandemiaPlaneta A
Se trata de cerrar el círculo de la vida de los productos para que, como en la naturaleza, los residuos dejen de ser basura. De que las empresas que están colocando envases en el mercado contribuyan a avanzar hacia un sistema mucho más eficiente y ecológico de fabricar productos, demostrando así su responsabilidad con el cuidado del medio ambiente y la lucha contra la crisis climática.
Menos envases y más ecológicos, más reciclables y menos complejos. La simplicidad debe imponerse al estilismo, o mejor dicho, lo simple debe ser la moda al hablar de envases para avanzar hacia un nuevo modelo de comercialización de productos que, aunque será del todo común en las generaciones futuras, debemos acometer de inmediato para no traspasarles a ellas la sobrecarga ecológica del actual sistema.
Fuente: El Confidencial
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