Sobrina del fotógrafo Mario Testino, la modelo y activista medioambiental explica que el futuro de la industria pasa indudablemente por la reutilización creativa
Marina Testino es una voz en la industria que merece la pena escuchar. Se define como «artivista» y a través de su agencia de asesoría a firmas de lujo Point Off View y sus acciones de denuncia en las redes sociales lucha por hacer de la moda un sector más sostenible. Una habitual en los frontrows de las semanas de la moda que es capaz de repetir un mismo traje durante dos meses para demostrar que el estilo no tiene nada que ver con el consumo desenfrenado y que el futuro del comercio minorista recae en la reutilización creativa de prendas.
Bajo esta misma idea, la sobrina del célebre fotógrafo Mario Testino ha colaborado recientemente con Levi’s en el rediseño de una chaqueta para promover el upcycling en la industria y promete nuevas acciones futuras para evidenciar que el futuro de la moda será indiscutiblemente ecologista.
¿Heredó su pasión por la moda de su tío Mario Testino? ¿Han trabajado juntos en algún proyecto?
El trabajo de mi tío siempre me ha inspirado y ciertamente ha influido en mi pasión por la moda. Tuve la oportunidad de colaborar con él en su serie de toallas, por ejemplo, y fue muy divertido además de inspirador a nivel creativo.
Pero diría que el trabajo de mi padre en la industria y toda la pasión de mi familia por el arte, la moda y también la sostenibilidad son los factores que me impulsaron a trabajar en la industria.
¿Cómo valora su proyecto de upcycling con Levi’s? ¿Cree que el consumidor medio dará el paso algún día a personalizar sus prendas?
Ha sido un viaje emocionante con un gran equipo: Miguel Becer, Mercedes Bellido, la producción remota AQP y Levi’s. Tuvimos todos los ingredientes para realizar una iniciativa impactante bajo tres ejes esenciales, sostenibilidad, innovación y creatividad.
Creo que la personalización será el principal detonante del éxito del comercio minorista en los próximos años. El cambio puede llegar desde las marcas que aceptan a creadores como nosotros para reciclar una pieza icónica, como la chaqueta trucker de Levi’s, o directamente desde los consumidores.
El reciclaje y la sostenibilidad está teniendo su auge en la industria este año. Cuando pase la novedad, ¿perderá fuerza?
El reciclaje es más que una tendencia o una forma de decorar tu ropa o incluso tu jardín. El reciclaje mantiene los materiales fuera del vertedero, aumenta la vida útil de los artículos. Permite una creatividad que comprar algo nuevo simplemente no permite y abre importantes oportunidades comerciales. Por ejemplo, muchas empresas han pasado de reciclar exclusivamente elementos que no desean a hacer algo con ello que resultará útil para otra persona. Pero lo más importante es que el reciclaje es clave para un futuro más sostenible, porque realmente se reducen los residuos.
Una de sus acciones más mediáticas consistió en llevar el mismo traje rojo durante dos meses y luego solo ropa amarilla. ¿Qué estaba tratando de demostrar?
Comencé mi carrera hace más de 4 años con #OneDressToImpress, vistiendo un traje rojo durante dos meses dispuesto a crear conciencia sobre el consumismo consciente y luchar contra el estigma de la repetición de atuendos. Después de tener tanta gente interesada en la acción, creé #YellowLikeALemon. Esta campaña se centró en demostrar que la sostenibilidad puede combinarse con la moda, el color y puede ser alegre. Es únicamente una cuestión de simplificar, comprar de fuentes sostenibles, compartir.
¿Está preparando una acción similar para el futuro?
Actualmente estoy trabajando en una nueva acción del estilo, pero todo está bajo embargo…¡Estén atentos!
Entre sus clientes en la agencia de comunicación Point off View ha trabajado con marcas como DL1961, Hugo Boss, Stella McCartney… ¿Cuál es el problema sobre el medio ambiente y la sostenibilidad más repetido entre las firmas?
Traducir de manera transparente sus avances. Creo que la sostenibilidad no trata de perfección, sino de progreso. La forma en que comunicamos este progreso debe ser transparente y, a veces, especialmente en términos de contenido, es difícil. Pero ver a las grandes marcas tomar medidas para lograrlo me da la esperanza de un futuro minorista más sostenible.https://08f518b89655b19e1d950b0e99b82b02.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html?n=0
Todavía hay mucho greenwashing (lavado de imagen verde) que debe evitarse» Marina Testino
Las marcas utilizan con demasiada facilidad la etiqueta «sostenible» cuando venden sus productos. ¿No es este problema de terminología y el abuso de la palabra contraproducente para hacer que la industria sea realmente sostenible?
Diría que se trata de transparencia. La verdad es que la sostenibilidad en sí es una palabra abierta, pero siempre conduce a lo mismo: un uso sostenible de nuestros recursos para un futuro mejor. Por supuesto, todavía hay mucho greenwashing (lavado de imagen verde) que debe evitarse. La gente ha de estar informada. Pero no se trata de un problema de terminología sino de ser realmente responsable. El planeta nos necesita y la responsabilidad, tanto desde la perspectiva empresarial como del consumidor, ya no es una opción.
En tu opinión, ¿es posible tener una industria de la moda sin la presencia de la moda low cost?
Es una cuestión de cómo se hacen los modelos de negocio y las estructuras de producción. La moda sostenible puede ser asequible si las empresas realizan modificaciones estructurales de su negocio y los consumidores comienzan a comprar de forma consciente, lo que al final se traduce en un menor consumo pero de mejores productos.
¿Cuál es el próximo mensaje de conciencia ecológica que cree que es importante enviar?
Los consumidores, las empresas y los poderes públicos no pueden estar desinformados. Estamos entumecidos por la cantidad de datos proporcionados en los canales de redes sociales y los medios en general. Nuestro mayor desafío es comprender que los problemas de los demás también son los nuestros. Que solo tenemos un planeta y que nuestras acciones cuentan.
Por: Alex Jover Almirall, La Vanguardia
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