España implantará una tasa de residuos domésticos para cumplir las exigencias europeas

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Economía circular

El nivel de reciclado no alcanzó el 50% en el 2020,  la meta que exigía tanto la ley española del 2011 como las  directivas europeas 

España tendrá que poner toda la carne en el asador para evitar multas de la UE por el incumplimiento de la directiva marco de residuos del 2009 (revisada en 2018). Esta norma exigía lograr un nivel de recuperación y reciclado del 50% de los desechos municipales en el 2020; pero esta meta no se ha alcanzado.

En este sentido, la Comisión Europea ha abierto un procedimiento de infracción y ha enviado una carta de emplazamiento a España por no haber adaptado a tiempo esta directiva, según recoge la memoria que acompaña el referido proyecto de ley.

En respuesta a esta situación, el Gobierno ha acelerado la tramitación del proyecto de la nueva ley sobre residuos, que debe aprobar antes del mes julio. 

En él se introducen diversas figuras de fiscalidad básicas, como una tasa municipal de residuos para el contribuyente. 

El objetivo último es garantizar un buen manejo de la basura y propiciar mayores cotas de reciclado.

Por primera vez, los ayuntamientos españoles se verán obligados a implantar una tasa pública diferenciada y específica para la recogida y el tratamiento de los desechos domésticos municipales de su competencia.

Así lo recoge el proyecto de ley. Se busca también dotar de financiación suficiente a los municipios, algo que muchas veces no se da. 

La gran mayoría de ellos no tienen esa tasa específica para este servicio; otros la “esconden” en el IBI o “cuelga” de otras tasas, con las que no se cubren todos los costes.

Gravamen para el vertido y la incineración

Igualmente, y fruto de la presión recibida desde la Comisión Europea, el Gobierno ha aceptado también introducir en la futura ley un gravamen sobre el vertido y la incineración de los residuos (municipales, industriales, escombros..) para penalizar este tipo de tratamientos. 

Este impuesto lo deberán pagar quienes lleven los residuos a estas instalaciones y con él se quiere provocar un efecto disuasorio, de manera que se tomen medidas para facilitar el reaprovechamiento de materiales y cumplir las directivas europeas.

La falta de una fiscalidad ambiental explica los pobres resultados de reciclado

La aplicación de este gravamen ha sido reclamado por la Comisión Europea y por la Generalitat (que sí lo aplica) para evitar el “turismo de residuos” a comunidades que no lo tienen para ahorrar costes.

 La falta de una fiscalidad ambiental explica los pobres resultados de reciclado. 

España ha incumplido los objetivos previstos en la Ley de Residuos del 2011 y en la directiva marco europea del 2009, revisada en el 2018. En ellas se establecía que antes de 2020, la cantidad de residuos domésticos y comerciales destinados a la reutilización y el reciclado “deberá alcanzar, en conjunto, como mínimo el 50% en peso”. Entre estos desechos se incluyen la fracción de la materia orgánica, papel, metales, vidrio, plástico y otras.

En el 2018 el reciclado se quedó en España en un 35%, y en el 2019, en el 34,8%. Sobre la base de estos datos, en 2018 la UE ya consideró que “España está en riesgo de no alcanzar el objetivo para 2020”.

Nuevas metas

La futura ley recoge los compromisos europeos sobre preparación para la reutilización y reciclaje de residuos (un 55% en el 2025, un 60% en el 2030 y un 65% en el 2035), y adelantará la obligación de instaurar la recogida de la materia orgánica en toda España.

Esta deberá hacerse antes del 31 de diciembre del 2021 para los municipios de más de 5.000 habitantes y antes de finales del 2023 para el resto. 

En Catalunya esta norma ya rige desde 1993. Los materiales textiles deberán tener una recogida separada antes de finales del 2024. 

foto XAVIER CERVERA 12/10/2017 un ciudadano de l eixample, barcelona, tira ropa en un contenedor de roba amiga - ropa para reciclar El consorcio de entidades de la Cooperativa Ropa Amiga está formado en la actualidad por las siguientes empresas de inserción: Formació iTreball, ADAD-L'Encant, Solidança, Troballes y Recibaix, y tiene por objetivo modernizar el sector en términos de eficiencia y rentabilidad, haciendo el proceso de gestión de la ropa de segunda mano en Cataluña más eficiente, para reducir al máximo los residuos textiles a través de un modelo que promueva la inserción de personas en situación o con riesgo de exclusión social.

También se incluye la demolición selectiva de las edificaciones para que los materiales y sustancias puedan ser retirados y manejados de manera segura, especialmente el amianto. Por eso, en la demolición selectiva se deben separar sus componentes (madera, hormigón, ladrillos, metales, vidrio).

Ampliar la responsabilidad  del productor

El proyecto de ley también allana el camino para mejorar la eficiencia en recuperación de subproductos. Entre otras herramientas se proponen sistemas de pago por generación, la devolución y retorno de envases de bebidas al comercio y los incentivos fiscales a la donación, en particular de alimentos.

De hecho, el proyecto de ley apunta nuevas obligaciones y amplía la responsabilidad de los fabricantes en cuanto al destino y la gestión de los residuos que ponen en el mercado (envases, plásticos y demás), aunque hay pocas concreciones. Los sistemas integrados (SIG, en donde se agrupan los fabricantes) no solo deberán financiar la recogida selectiva (en contenedores azul, verde, amarillo) sino que deberá sufragar “los costes de la recogida de los residuos de los productos desechados (contenedor gris) en los sistemas públicos, incluida la infraestructura y su funcionamiento”.

Limpieza urbana y las toallitas

Incluso deberán asumir los gastos de “la limpieza urbana de los vertidos de basura dispersa generada por dichos productos”; e incluso de la “limpieza de las infraestructuras de saneamiento y depuración”. Un gran coste de las depuradoras es el mantenimiento de las instalaciones bloqueadas e inutilizadas por las toallitas húmedas arrojadas al váter.

«Este proyecto de ley es un avance, pero no es ambicioso«

Carlos Arribas, Experto de Ecologistas en Acción

“Este proyecto de ley es un avance, pero no es ambicioso. En materia de prevención se queda corto. Es positivo que se introduzca el compostaje, pero no se fomenta la recogida ‘puerta a puerta’ o los contenedores personalizados”, dice Carlos Arribas de Ecologistas en Acción. Y se pospone para un futuro real decreto la posibilidad de introducir el sistema de depósito y retorno de envases al comercio, reclamado por las oenegés.

Por: Antonio Cerrillo, La Vanguardia

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