El ministerio del Medio Ambiente ordena el cese de los trabajos hasta el 20 de agosto para no poner en riesgo la temporada de anidación
Los trabajos relacionados con la expansión del oleoducto Trans Mountain (en la provincia canadiense de Columbia Británica) han sido suspendidos durante cuatro meses. La decisión, por parte del ministerio federal del Medio Ambiente, se debe a que un agente confirmó que al menos ocho nidos de colibrí cercanos a la ciudad de Burnaby están en peligro por las actividades de construcción. La visita del funcionario se dio a raíz de los señalamientos de ambientalistas. La disposición estará en vigor hasta el 20 de agosto, fecha en que la temporada de anidación ya habrá concluido.
La orden, emitida el 16 de abril, está respaldada por el Acta sobre las aves migratorias, establecida por el Parlamento canadiense en 1917 y actualizada en 1994. Esta normativa señala que, a menos de que una regulación específica se lleve a cabo, “los nidos no pueden ser dañados, destruidos, perturbados o removidos” y a pesar de que las especies no se encuentren en peligro de extinción. No solo los colibríes de Ana (calypte anna) viven en estos bosques, también los gorriones cantores y los mirlos, entre otros pájaros, frecuentan los follajes.
“Debido a que es temporada de anidación, las aves migratorias son particularmente vulnerables en este momento”, señala el ministerio canadiense del Medio Ambiente en un comunicado. El ministerio precisó el daño que correrían estos nidos a causa del “corte de vegetación y árboles, u otras actividades perturbadoras como excavar, utilizar motosierras o maquinaria pesada”, recordando los aspectos que defiende el Acta sobre las aves migratorias.
El oleoducto Trans Mountain funciona desde 1953. Sigue siendo hasta hoy la única línea que transporta petróleo de la provincia de Alberta a las costas de Columbia Británica. El Gobierno de Justin Trudeau aprobó su expansión en noviembre de 2016, pero bajo ciertas condiciones. En mayo de 2018, Trudeau anunció su nacionalización: unos 4.500 millones de dólares canadienses (3.000 millones de euros en ese entonces) pagados a la compañía Kinder Morgan.
Pese a críticas de ambientalistas y comunidades indígenas, Trudeau autorizó de forma definitiva en junio de 2019 el proyecto de expansión, con el objetivo de triplicar la capacidad de envío de crudo (unos 900.000 barriles diarios cuando concluya su construcción). Lo hizo un día después de haber declarado la emergencia climática en Canadá, recibiendo por ello sonadas críticas en el país. El primer ministro canadiense ha subrayado que es posible encontrar un equilibrio entre desarrollo económico y cuidado medioambiental.
Los recursos presentados por los opositores a la expansión de Trans Mountain no han prosperado en tribunales. La protección de los nidos frena, al menos durante cuatro meses, el avance de este proyecto. Según las estimaciones más recientes, la obra tendrá un coste total de 12.600 millones de dólares canadienses (8.460 millones de euros).
El Gobierno de Trudeau confía en los beneficios económicos de la expansión de Trans Mountain. Esta iniciativa ha cobrado mayor relevancia a raíz del decreto del presidente Joe Biden, firmado a finales de enero, respecto a la decisión de los permisos de construcción y explotación de Keystone XL. Este oleoducto estaba planeado para enviar crudo canadiense a refinerías estadounidenses. El pasado 21 de abril, Canadá se comprometió a reducir entre 40% y 45% sus emisiones de gases de efecto invernadero a más tardar en 2030, respecto a los niveles de 2005.
Por: Jaime Porras Ferreyra, El PAÍS
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