Este estudio tenía como objetivo analizar los minerales críticos en la transición verde así como estudiar el rol de los recursos naturales presentes en África y América Latina y las cuestiones políticas globales que les rodean.
En vistas de un aumento imparable de la población mundial junto con una creciente expansión de los estándares de vida de los actuales países desarrollados, la demanda de energía y productos tecnológicos está claramente en auge. Aunque la pandemia de la Covid-19 haya provocado un paréntesis en esta tendencia, se estima que para 2022 habrá un efecto rebote que hará aumentar exponencialmente la demanda de energía para electricidad, transporte y tecnología.
Consecuentemente, las medidas de recuperación que se tomen hoy para salir de la crisis sanitaria, social, económica y medioambiental en la cual nos encontramos ahora, van a determinar el modelo estructural en el cual van a vivir las siguientes generaciones. Ser cautos y apostar para una recuperación verde e inclusiva, va a determinar la sostenibilidad de nuestras acciones futuras. En este contexto podemos sacar las siguientes recomendaciones:
- Las instituciones gubernamentales, entes multilaterales y organizaciones internacionales diversas, como el propio sector corporativo, tienen un gran poder de influencia sobre las políticas que se van a aplicar localmente tanto en el Norte Global como en el Sur Global. Por lo tanto, al fijar directrices deben tener en cuenta la realidad de cada país. Los países desarrollados deben tener un rol activo en sus acciones y alianzas en países en vías de desarrollado. Se debe evitar creer que el modelo aplicado en Europa o EEUU se puede replicar en países como la RDC o Burundi, sino que se debe colaborar con los respectivos gobiernos, ONG y la sociedad local para entender la realidad local. Los actores sociales deben hacer sentir su voz para asegurar que inversiones extranjeras como puede ser “Gakara” en Burundi, tengan un impacto positivo local y contribuyan al desarrollo de las comunidades cercanas a la explotación.
Esta actitud y decisión podrían generar un mejor ecosistema de relacionamiento y de paz social. Ello ayudaría a los países pobres de dónde provienen estos recursos mineros. Al mismo tiempo, las posibilidades empresariales de las empresas podrían ser legitimadas.
- La tecnología blockchain es un mecanismo que puede y debe usarse para asegurar la transparencia de las cadenas de suministro, en especial de los minerales críticos, que en algunos casos son también minerales de sangre. Esta herramienta debería implementarse en todos los eslabones de la cadena para poder trazar el origen exacto de los componentes, por ejemplo, de una batería eléctrica, y evitar así, malas praxis y/o vulneraciones de los derechos humanos en países como la RDC. El uso del blockchain debe ir de la mano de las políticas de acción y desarrollo local mencionadas en el punto anterior. De no desarrollarse teniendo en cuenta estas consideraciones, la implementación de esta tecnología puede tener consecuencias no contempladas a primera instancia, como un aumento de la explotación ilegal para ser vendida a países que no hayan apostado por una regulación más severa. De aquí podemos concluir que las políticas entorno a la explotación de minerales críticos deben ser homogéneas o complementarias a nivel global para maximizar su potencial de favorecer el desarrollo sostenible de los países extractivos.
- La concienciación de la población sobre el estado actual en el que nos encontramos, como la emergencia climática generada por el impacto de industrias como el fast-fashion o nuestros hábitos alimentarios, entre otros, va a ser fundamental para avanzar hacia una reducción del consumo de productos innecesarios. Conseguir que todo el mundo comprenda que vivimos en un planeta con recursos limitados es indispensable para movernos hacia un futuro sostenible tanto para el ser humano como para el planeta. Consecuentemente, hay que sensibilizar a toda la sociedad que el estilo de vida occidental está dejando graves consecuencias no solo sobre el ecosistema con el que convivimos, sino que afecta negativamente a las sociedades en países en vías de desarrollo, debido a la explotación de trabajadores, trabajo infantil etc., además de consumir más recursos de los que la Tierra puede proporcionar.
- Como herramienta indispensable para conseguir la reducción y el reciclaje de residuos hay que implementar urgentemente modelos de económicos alternativos, siendo la economía circular una de las mejores soluciones junto con la economía de rosquilla. Estas dos economías son de hecho complementarias, mientras la segunda establece los límites inferiores y superiores de nuestras actividades, la primera nos proporciona una metodología para reutilizar todos nuestros productos y transformarlos para otros propósitos con el fin de tener una visión circular de nuestros bienes, servicios y actividades. Recuérdese también, que el modelo de economía circular es política pública europea desde el 2015
Centrándonos en los casos del Cobalto en la RDC, de las Tierras Raras en Burundi y del Litio en América del Sur, así como el papel que juegan los diferentes actores mundiales en la explotación de estos recursos, podemos sacar las siguientes conclusiones:
- Los conflictos bélicos, la inestabilidad política, la corrupción y la falta de transparencia van a ser los principales obstáculos para la instauración de prácticas extractivas sostenibles así como para prevenir conflictos sociales y violaciones de los derechos humanos como pasa actualmente en ambos países Africanos estudiados. Ocurre lo mismo, a otros niveles de afectación en algunos países latinoamericanos.
- Es indispensable que haya una cooperación internacional y una regulación estándar a nivel mundial para poder mejorar las prácticas extractivas tanto en el Norte como en el Sur Global. Las organizaciones supranacionales del sector extractivo como el ICMM poco impacto tienen en las decisiones corporativas en estos países debido a las decisiones gubernamentales y autonomía de los gremios mineros en cada país productor. En Perú, por ejemplo, por más que exista alguna recomendación del ICMM; la decisión final del gremio minero la tiene la Sociedad Nacional de Minas, Petróleo y Energía (SNMPE).
- En el caso del Cobalto se puede concluir que hay una necesitad impetuosa de reducir la dependencia de la extracción de la RDC así como de la refinería en la China para evitar disrupciones en caso de cambios en las políticas nacionales o conflictos en estos países. Se recomienda promover prácticas mineras en zonas desarrolladas utilizando tecnología avanzada para reducir el impacto ambiental que ellas generan. En caso de operar en países en vías de desarrollo, las empresas internacionales deberían comprometerse a cumplimentar con los estándares sociales y medioambientales marcados por directrices internacionales en lugar de aprovecharse de las regulaciones permisivas que pueden encontrase en países en vías de desarrollo. Muchas veces estas regulaciones permisivas en estos países son promovidas por un sector corporativo irresponsable y coludido con gobiernos corruptos. Muchos menos existe responsabilidad compartida en los procesos de desarrollo local.
- En el caso de las Tierras Raras, es importante tener en cuenta que son unos minerales cuya demanda está en expansión. En este contexto, trabajar para endurecer los estándares medioambientales y de seguridad, así como promover el desarrollo local, va a ser fundamental para lograr que la explotación de estos minerales sea rentable tanto a nivel económico, social y medioambiental. La tendencia actual de diversificación de proveedores de estos minerales es necesario, ya que, como hemos visto, la explotación masiva en China ha generado graves problemas de salud así como un impacto ecológico irreparable. Consecuentemente, hay que invertir recursos en hacer la explotación minera respetuosa y menos invasiva con el entorno.
- Si hablamos del litio, este mineral por ahora insustituible de las baterías recargables, es necesario desarrollar buenas prácticas extractivas en los Salares del Triángulo del Litio que no afecten a los ecosistemas locales ni a las comunidades indígenas. Superar la maldición de los recursos naturales va a ser el primer paso hacia la sostenibilidad de la explotación minera de este mineral. Aquí también hallamos una corresponsabilidad entre los estados y las grandes corporaciones que no han sabido desarrollar su entorno local para una mejor legitimación de su actividad. El caso flagrante de la pobreza en las comunidades campesinas e indígenas de Bolivia alrededor de importantes yacimientos mineros de cobre, oro y plata, no puede repetirse con el litio. Urge un nuevo modelo.
- En los tres casos de estudio analizado, el reciclaje de estos minerales va a ser indispensable para hablar sin mentir de transición ecológica y de prácticas sostenibles reales. Aunque para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC es necesario desarrollar tanto las energías renovables como la movilidad eléctrica y el almacenamiento de energía, diseñar estos productos de modo que sus componentes puedan ser desmantelados, reciclados y sus minerales separados y reutilizados será necesario para que el modelo se pueda sostener por un largo periodo de tiempo.
Finalmente, si en los países desarrollados queremos seguir manteniendo nuestro estilo de vida, es imperativo que asumamos los costes medioambientales y sociales de externalizar prácticas extractivas e industriales a otras zonas del planeta. Actualmente la Unión Europea no está teniendo en cuenta las emisiones de productos elaborados fuera de la Unión pero consumidos dentro de sus fronteras, como tampoco contabiliza las emisiones del transporte internacional marítimo. Mirando en la buena dirección, pero todavía insuficiente, este 2020 ha sido el primer año que se ha debatido incluir el transporte marítimo en el sistema de comercio de derechos de emisión de la UE. Es indispensable que se asuman estas emisiones para reflejar correctamente el impacto del estilo de vida occidental sobre nuestro entorno, así como asumir que, si todo lo que consumimos se produjera en la UE, tendríamos todavía más dificultades para conseguir la neutralidad de carbono en 2050 de las que tenemos actualmente.
Dos políticas que podrían implementarse para reducir la deslocalización serían que, uno, cada producto viniera con una etiqueta de emisiones equivalentes de CO2 que se han emitido para producirlo, y dos, que los más contaminantes fueran sujetos a tarifas de carbono. Las tarifas o aranceles deberían aplicarse a la gran variedad de productos la producción de los cuales se deslocalizó para beneficiarse regulaciones medioambientales y condiciones laborales más permisivas.
Quiero acabar con una frase de Jorge Álvarez Sandom, miembro de la comunidad de Coyo, desierto de Atacama, Chile:
“Nos vinieron a decir que la solución eran estos autos eléctricos, la salvación del mundo y todo, pero en realidad no es la salvación. La salvación es la conciencia de cada ser humano, que sepa respetar este territorio como lo respetamos nosotros. Si todos tomáramos conciencia de respeto hacia la tierra, no tendríamos que decir que los autos eléctricos van a salvar el planeta«
Por: Cristina Costa
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