Europa sigue liderando las propuestas de innovación para los Sistemas de Reportes No Financieros. De esa manera, hace algunas semanas atrás ha implementado una nueva Directiva para la formulación y diseño de Reportes de Sostenibilidad.
Los orígenes
Siempre es importante ver los orígenes de un proceso para advertir las potenciales nuevas rutas que se nos presentan. En ese sentido cuando hablamos de informes, memorias o reportes de sostenibilidad podemos ubicar sus inicios y mayor despliegue en la década de los 90 del siglo pasado.
Luego de las reflexiones técnicas y acuerdos institucionales, producidos tras la Cumbre de la Tierra en Río 1992, los distintos gobiernos, conformantes de la Organización de Naciones Unidas empezaron a mirar con mayor preocupación los sistemas de reportes no financieros del sector corporativo.
Hasta esos años, existían tímidos informes corporativos ambientales, sin mayor rigor técnico ni mecanismos de verificación. Tampoco las empresas públicas tenían este tipo de reportes con los niveles de detalle y profundidad que existen ahora. Los Informes o Reportes de Sostenibilidad surgieron, entonces, como una evolución de los informes ambientales. Se empiezan a publicar a inicios de los años 90 por empresas privadas de gran envergadura y algunos organismos públicos importantes.
Las distintas metodologías
En este escenario, nace en 1995 el Global Reporting Initiative como uno de los primeros estándares de reporte. En ellos se informa las actividades y logros de las distintas organizaciones en términos de asuntos no financieros como los aspectos sociales y ambientales. Hoy tenemos una variada propuesta institucional al respecto.
Distintas organizaciones como Carbon Disclosure Prject (CDP); el Climate Disclosure Standards Board (CDSB); el propio Global Reporting Initiative (GRI); el International Integrated Reporting Council (IIRC) Integrated Reporting (IR) y el Sustainability Accounting Standards Board (SASB) tienen, cada uno de ellos una partitura y metodología para reportar procesos de sostenibilidad. Sin embargo, al ser ahora tantas propuestas metodológicas, de acuerdo a la temática que algunos profundizan y otros abordan poco, a finales del 2020 anunciaron su disposición y compromiso para trabajar de forma conjunta en la definición del contenido de informes de sostenibilidad que puedan ser comparados entre ellos. Tienen un compromiso para lograr un producto unificado.
El caso europeo
La legislación de la Unión Europea, en la actualidad, tiene una regulación bastante clara al respecto. Todas las grandes empresas que operan en el continente europeo están obligadas a informar y reportar la manera en que operan y gestionan los desafíos sociales y medioambientales, alrededor de sus operaciones, más allá de sus asuntos financieros.
Como afirman en su documento institucional “esto ayuda a los inversores, las organizaciones de la sociedad civil, los consumidores, los responsables políticos y otras partes interesadas a evaluar el desempeño no financiero de las grandes empresas y anima a estas empresas a desarrollar un enfoque responsable de los negocios”. Para ello, en su momento, el documento denominado Non-Financial Reporting Directive (NFRD) o Directiva de Información no Financiera, regulaba los mecanismos de reporte hasta hace algunos meses.
¿Cuáles son las empresas que debían cumplir con esta regulación? Según la norma en mención serían todas aquellas “grandes empresas de interés público con más de 500 empleados. Esto cubre aproximadamente 11 700 grandes empresas y grupos en toda la UE, incluidos”
Sin embargo, para ir un poco más allá del simple reporte del NFRD, la Comisión Europea adoptó el 21 de abril de 2021 (confirmado este 4 de junio último), un paquete de medidas más ambicioso y completo para ayudar a mejorar el flujo de dinero hacia actividades sostenibles en toda la Unión Europea. Se denomina Corporate Social Responsibility Directive (CSRD). Según esta nueva Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Empresarial, se modifican los requisitos de informes existentes de la anterior directiva NFRD.
“Al permitir a los inversores reorientar las inversiones hacia tecnologías y empresas más sostenibles, estas medidas serán fundamentales para lograr que Europa sea climáticamente neutra para 2050”, afirman en su enunciado oficial. Esto haría de la UE un líder mundial en el establecimiento de estándares para las finanzas sostenibles.
La propuesta extiende el alcance a todas las grandes empresas y a todas las empresas que cotizan en mercados regulados (excepto las microempresas que cotizan en Bolsa). Requiere, además, de una auditoría de la información reportada. Introduce, también, requisitos de informes más detallados y un requisito de informar de acuerdo con los estándares obligatorios de informes de sostenibilidad de la UE. Y por último, requiere que las empresas ‘etiqueten’ digitalmente la información reportada.
El futuro
Lo que se viene, entonces, es una nueva generación de reportes de sostenibilidad. Al mismo tiempo que estas normas se van incorporando en las políticas europeas, los diferentes Estados de otras partes del planeta, van a ir siguiendo su implementación. Europa seguirá siendo el centro de gravedad y el modelo de referencia global para la sostenibilidad corporativa.
Y esto no hace sino anunciar algunas nuevas innovaciones que se vienen reflexionando desde la Comisión Europea. Asuntos como el nuevo derecho corporativo y las nuevas obligaciones tributarias del gran sector corporativo, son temas que algunos sectores al interior de Europa van propugnando con mayor seriedad.
Finalmente, nos queda concluir que la identificación de estos estos factores no financieros circunscritos en el enfoque corporativo del Environmental, Social and Governace (ESG) ya no solo será parte del gran sector corporativo, sino que involucrará a las PYMEs que forman parte de la cadena de suministros de la gran empresa. Ahora para analizar e identificar riesgos materiales y desafíos de crecimiento, las PYMEs tienen la gran oportunidad de empezar a implementar este tipo de reportes.
Por: Miguel Castañeda Loayza
Comments are closed