Tomar cerveza en lata o botella de cristal, ¿qué es más sostenible?

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Economía circular

Nos acercamos al lineal de esta aclamada bebida con el cometido de hacer nuestra compra más consciente con el planeta

Últimamente elegir una cerveza se ha convertido en una tarea bastante compleja. No sólo en bares especializados, sino que los lineales del supermercado han visto crecer exponencialmente la oferta de marcas y variedades en los últimos años. La cosa se complica un poco más si a la ecuación se le suma una nueva variable: la sostenibilidad del recipiente. ¿Es más ecológico beber una cerveza de lata o en botella? Tras hablar con cerveceros y empresas de reciclado, un spoiler: la respuesta no es nada sencilla.

Que España es un país cervecero no es ningún secreto. Sí, en el país del vino, la cerveza es la bebida alcohólica más consumida. ¿Pero qué formato es el más vendido? Aquí se confirma algo que posiblemente sospechábamos: somos un país de cañas en los bares más que de cerveza en casa.

Según Cerveceros de España

En 2025, el 80 % de la venta en hostelería será en envase reutilizable y existirá una botella de tercio reutilizable estándar

Así lo confirman, por ejemplo, desde Estrella Damm. En 2019 el barril gana, seguido por los formatos de botellas retornables de hostelería. Cabe suponer que en 2020 algo habrá cambiado con tantos meses de bares cerrados y semanas en casa. De todos modos, desde Cruzcampo manejan unas cifras similares: lo que más triunfa es la caña -cerveza de barril- y casi a la par las botellas, nos explican.

Reciclable o reutilizable

“El 100% de los envases de Estrella Damm son reciclables”, apunta la cervecera catalana que, de hecho, ha centrado sus últimas campañas de comunicación en temas medioambientales. Su eliminación total de las anillas de plástico de los packs de latas ha sido pionera en el sector y ahora trabajan con retirar también la protección de plástico exterior para sustituirlo por cartón.

En esta misma línea, Cruzcampo asegura que todos sus envases son reciclables para el mercado doméstico y retornables en hostelería. “Son los que tienen menor impacto en el medioambiente”, aseguran desde Damm. Para ellos el hostelero es el canal de ventas más relevante y aquí todo es retornable, señalan.

¿Mejor retornar que reciclar? Parece obvio. Y lo es en la hostelería, pero las cosas en el mercado doméstico parecen ser bastante más complejas. Tanto que hace unos meses una denuncia de Greenpeace contra Ecoembes por su gestión de los envases a reciclar ocupó unos cuantos titulares en todos los medios.

Latas de cerveza

Más allá de las presuntas irregularidades denunciadas, el trasfondo del asunto es el negocio generado por el reciclaje en vez de apostar por el retorno y reutilización de envases para alargar así su vida útil. En el caso del vidrio estamos hablando de más de 30 usos por botella. La idea de circularidad del envase, que suele ser un clásico en este tema, tiene muchos matices.

5000 millones de envases de cerveza

En 2019, Cerveceros de España -que aglutina a los principales productores- publicó la primera memoria de sostenibilidad del sector. Las cifras -que se remontan a 2018, eso sí- recogen que el sector cervecero puso en el mercado más de 5.000 millones de envases, de los cuales cerca del 57 % eran de vidrio, el 42 % de aluminio y el resto, barriles de plástico y acero.

Que la hostelería sea el principal punto de venta de cerveza y el envase reutilizable el formato mayoritario parece una buena noticia desde el punto de vista ecológico. Pero incluso en este apartado queda trabajo por hacer, tal y como esta asociación se marca en sus líneas de actuación. “En 2025, el 80 % de la venta en hostelería será en envase reutilizable y existirá una botella de tercio reutilizable estándar”, prometen.

Ni Ecoembes ni Ecovidrio tienen datos concretos sobre las latas y botellas -y muchos menos de cerveza en particular- que se reciclan anualmente. Tan sólo que en 2019 “cada ciudadano separó para su posterior reciclaje 17,1 kilos de envases de plástico, latas y briks”. No hay datos de 2020 disponibles por ahora.

Así que, volviendo a los números de Cerveceros de España, se asegura que en los últimos años un 73% de los envases de vidrio de un solo uso se reciclan, mientras que en el caso de las latas la cifra sube hasta el 86%. En ambos casos, el crecimiento en la última década es notable: de más de un 20 y un 40%, respectivamente.

¿Lata o vidrio?

Pero más allá del optimismo general que se respira al hablar de sostenibilidad y reciclaje y la inversión del sector en materia medioambiental -se habla de 20 millones de euros en los últimos años-, seguimos sin tener nada claro si es mejor comprar lata o botella si queremos ser lo más ecológicos posible.

A falta de estudios locales sobre el asunto, un informe de 2019 de la Universidad de Standford encargado por una marca de sidras que decidió apostar por latas frente a su tradicional formato de cristal parece dejarlo bastante claro: los envases de metal tienen un impacto medioambiental menor en el actual sistema, en el que mayoritariamente se recicla y no se reutiliza.

Según estos datos y atendiendo al ahorro energético que el reciclaje de cada material permite, las latas de metal ganan por goleada en cuanto a electricidad (se necesita un 90% menos para su proceso de reciclaje), combustible para su transporte y espacio de almacenamiento necesario.

Según un informe de la Universidad de Standford

Los envases de metal tienen un impacto medioambiental menor en el actual sistema, en el que mayoritariamente se recicla y no se reutiliza

La conclusión del informe es clara, pero con matices: una lata es la forma más ecológica de tomarse una cerveza, pero siempre que sepamos que ha sido elaborada con metal reciclado.

Algo que, volviendo a los datos de España, no parece del todo claro. Frente a lo que ocurre con el vidrio (el 70 % del material de los envases de vidrio topacio es reciclado), asegura Cerveceros de España, al hablar de latas sólo se apuesta “por incrementar el contenido de aluminio reciclado en los envases”.

Así que, visto el panorama, parece que una caña en tu bar de confianza es ahora mismo la mejor opción para el planeta. Y también para la hostelería, por cierto.

Por: Iker Morán, La Vanguardia

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