La nueva droga, desarrollada en Oxford, podría ofrecer esperanza a quienes sufren de trastorno obsesivo compulsivo. Ya es posible utilizar la inteligencia artificial para diseñar medicamentos y vacunas. Los ensayos ya están haciendo en humanos
El primer fármaco diseñado completamente con inteligencia artificial está entrando en ensayos clínicos en humanos en lo que se ha descrito como un hito importante en la medicina. El nuevo compuesto, que ha sido diseñado para tratar el trastorno obsesivo compulsivo, se descubrió utilizando el sistema de IA de la compañía de biotecnología Exscientia con sede en Oxford.
Sumitomo Dainippon Pharma de Japón se asoció con Exscientia para usar la plataforma, que analiza automáticamente los datos genéticos de los pacientes y encuentra moléculas que podrían usarse en nuevos medicamentos. Llevar un medicamento a esta etapa de desarrollo normalmente nos tomaría alrededor de cuatro años y medio, pero el uso de las herramientas de IA llevó menos de 12 meses.
El jefe Andrew Hopkins, CEO de Exscientia, dijo que la noticia de que el medicamento ha pasado a un ensayo clínico muestra que la IA «puede usarse no solo para ayudar a diagnosticar enfermedades, sino que en realidad puede usarse para resolver uno de los desafíos más difíciles en la investigación de medicamentos», que es la creación y diseño de nuevos medicamentos y vacunas como la que venimos buscando para erradicar el coronavirus.
La compañía ya ha descubierto cuatro moléculas de fármaco candidatas, que ahora se están probando ampliamente en estudios preclínicos en etapa tardía. Hopkins predice que para este 2020 hasta dos de esas moléculas estarán listas para ensayos en humanos. «Representan las primeras moléculas diseñadas por un algoritmo para entrar en humanos», dice. «Eso es un gran hito para nuestro campo».
Orígenes del descubrimiento
Exscientia fue fundada en 2012 como un spin-off de la Universidad de Dundee, donde Hopkins es la presidenta de Medicinal Informatics.
En ese momento, no había suficientes datos para construir sus modelos de aprendizaje automático. Los miembros de su equipo ayudaron a algunas de las primeras bases de datos utilizadas para este método y escribieron algunos de los primeros estudios serios de aprendizaje automático utilizando estos datos. Al final del primer año de funcionamiento de Exscientia, el equipo había publicado un artículo pionero en Nature que detallaba el enfoque, un punto crucial en este nuevo paradigma de descubrimiento de fármacos.
Para la mayoría de los académicos, ese sería el final de su trabajo sobre el tema. Pero Hopkins quería convertir su invento en una innovación, al encontrar una manera de aplicarlo en el sector comercial.
Fundó Exscientia para desarrollar la ciencia en un producto, tomando el nombre de la compañía de un término latino que reflejaba su método.
«En realidad proviene del lema de la Marina de los EE. UU., Que es ‘ex scientia tridens’: del conocimiento proviene el poder marítimo», dice Hopkins. «Pero realmente, nos gusta más ‘ex scientia medicinae’: del conocimiento, las drogas».
La primera tarea de la nueva compañía fue validar la tecnología en ejemplos de descubrimiento de drogas en el mundo real, lo que llevó a Exscientia a Osaka, Japón, donde se asoció con Sumitomo Dainippon Pharma para desarrollar una serie de candidatos a medicamentos preclínicos. Los resultados aseguraron a Hopkins que su enfoque tenía un enorme potencial.
Hopkins ahora cree que su método puede reducir el tiempo necesario para llevar un medicamento de una idea a una clínica de cinco años a 12 meses. Estima que esto podría reducir el costo de llevar un medicamento al mercado en un 30 por ciento, un ahorro enorme dado que la suma actual es de alrededor de $ 2.7 mil millones en promedio, según cifras de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos.
Tomado sobre la base de artículos de Telegraph y de Techworld
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