Un entrenador profesional explica un método que consiste en crear un calendario que funcione para tí, no en tu contra.
POR: ANTONIETA BEAUCHAMP
En un mundo que se siente fuera de nuestro control, necesitamos aprender a rodar con los golpes. La flexibilidad y la aceptación de los flujos y reflujos de la vida son cruciales en este clima actual. Cuanto más flexible puedas ser, más podrás abrazar que la vida no sea constante. Y este nivel de flexibilidad es especialmente importante en la nueva economía del trabajo desde el hogar.
Tal vez ya eres un profesional trabajando remotamente, o tal vez estás navegando por tu nueva normalidad. De cualquier manera, es fácil distraerse o sentirse culpable por no ser «lo suficientemente productivo» durante este tiempo. Hemos sido alimentados con ataques de productividad durante años y nos han dicho que hay una forma correcta e incorrecta de lograr el éxito. Pero la verdad es que lo que funciona para alguien puede no funcionar para todos.
A veces, la rutina se siente como una red de seguridad, pero eso no significa que siempre deba seguirla. La rutina puede ayudarlo a configurar la consistencia, pero la flexibilidad es increíblemente importante para tejer sobre todo lo demás. Para las personas que nunca han operado bien bajo un cronograma riguroso o cualquiera que se sienta abrumado al establecer una agenda, el Método de programación intuitivo puede ser exactamente lo que necesita.
PROGRAMACIÓN INTUITIVA
El método de programación intuitivo es una metodología centrada en el corazón que le pide que planifique sus días de acuerdo con lo que le brindará la mayor alegría y facilidad. La práctica de la programación intuitiva va de la mano con la conexión con usted mismo para comprender cuáles son sus necesidades, personal y profesionalmente. Para simplificarlo aún más, se trata de crear un calendario que funcione para usted, no en su contra. Por ejemplo, si estás cansado, haz espacio para descansar. Si sabe que se agota en las reuniones, prográmelas más separadas unas de otras. En lugar de ser duro contigo mismo, intuitivamente te vuelves más flexible contigo mismo y con tu vida.
BENEFICIOS DE LA PROGRAMACIÓN INTUITIVA
Cuando las personas están aprendiendo esto, a menudo luchan por darse permiso para hacerlo. Una vez que lo hacen, algo que todos encuentran es la libertad. Cuando abandonas los estándares, te ayuda a encontrar alivio (especialmente para los perfeccionistas). Todos somos humanos, después de todo, y esto te permite ser exactamente eso. Si bien este método ciertamente no funciona (y no funcionará) para todos, aquellos que lo adoptaron se encontraron abrazándolo bastante rápido.
DONDE EMPEZAR
Comience haciendo un inventario de su día y observe cómo ciertos hábitos y rutinas lo afectan. Con este conocimiento, puede manipular y ajustar mejor su horario para satisfacer sus necesidades únicas. Somos criaturas de hábitos, pero también somos humanos que cambiamos, y es importante dejar que nuestros horarios diarios reflejen eso. ¡Sepa que esto puede ser diferente cada día! Pruebe las cosas, un paso a la vez. Lo que encuentre no funciona para usted, intente algo nuevo.
Por ejemplo, tal vez te guste hacer tus entrenamientos en la mañana para traerte energía para el día de trabajo. Pero luego, un día, te despiertas y te encuentras naturalmente más enérgico que de costumbre. En esta mañana en particular, tal vez salte directamente a trabajar en esas tareas pesadas que requieren su atención mental y guarde su entrenamiento para más adelante cuando necesite un impulso de energía. Acostúmbrate a preguntarte siempre qué necesitas.
CREA TU HORARIO Y CHECK-INS
El primer paso para adoptar la programación intuitiva es escribir cualquier cosa que le brinde alegría y tranquilidad. Identifica y nombra lo que te hace sentir feliz y tranquilo. Use esta lista como un recurso, sin la presión de una lista de tareas pendientes. Pero si eres alguien que funciona mejor con una lista, todavía hay una manera de marcar esta casilla. Todos los días, escriba tres cosas que desea hacer y escriba tres cosas que le brinden alegría.
Cada día, consulte esta lista y aproveche lo que necesita, en ese momento. Piense en ello como un horario donde el orden es ajustable. ¿En cuanto a dónde poner esta lista? Puede tenerlo en papel, puede tenerlo en un borrador de correo electrónico, puede tenerlo en notas en su teléfono, o tal vez enviarlo por mensaje de texto o correo electrónico. La forma en que escribe su horario debe ser como todo: flexible.
A partir de ahí, haga un balance de lo que necesita durante todo el día. Por ejemplo, si te encuentras dando vueltas a ciegas para revisar tu teléfono o entrando en la siguiente tarea, pausa tus instintos y usa ese momento rápidamente para registrarte contigo mismo. Si te encuentras perdiendo motivación, pregúntate por qué y qué te motivaría en ese momento. ¿Podrías caminar? ¿O simplemente música de bombeo?
Del mismo modo, si estaba en una buena racha y luego sintió una ola de somnolencia, haga una pausa y regístrese: ¿está cansado porque tiene hambre? ¿O te beneficiarías de una meditación rápida? La respuesta puede no ser clara al principio, pero, con el tiempo, aprenderá mejor lo que necesita. En caso de duda, consulte su lista de recursos.
HACIENDO LÍMITES INTUITIVOS
Si hay días en los que no te sientes física, mental o emocionalmente capaz de abordar las cosas en tu horario, permítete ser flexible, incluso si eso significa cancelar una tarde completa (es decir, si nadie te está esperando). Si alguien está involucrado, pregúntese: ¿Hay alguna manera de que pueda negociar esta vez, inventarlo o cambiarlo? Antes de decirse inmediatamente «no», haga una pausa para preguntarse por qué la respuesta es no. ¿Es realmente imposible o simplemente no lo has probado antes? Cambie su mentalidad de «Estoy renunciando a esto» a «¿Dónde puedo inventar esto?»
En general, encaja en lo que puedas y siempre sé flexible. Está bien cambiar sus expectativas porque realmente no hay una forma «correcta» o «incorrecta» de hacerlo. Al darte permiso para cambiar intuitivamente y seguir la corriente, te das más espacio para encontrar motivación, ganar confianza y descubrir tu propia versión de productividad. Haz lo que puedas y deja que eso sea suficiente. A menudo, serán los pequeños objetivos los que te ayudarán a aprovechar al máximo tu día.
Artículo publicado en Fast Company
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