En 2050, todos los países de la Unión Europea ya deberán haber alcanzado las cero emisiones netas. Este es un reto del que todos somos responsables, ya que de su éxito depende el poder estar a tiempo para mitigar el cambio climático.
Sin ir más lejos, el informe titulado ‘Taking Stock: A Global Assessment of Net Zero Targets’, publicado recientemente de manera conjunta por el think tank Energy & Climate Intelligence Unit y la Universidad de Oxford, explica que, al menos el 21% de las 2.000 empresas más grandes del mundo tienen planes para alcanzar el objetivo de ser neutrales en emisiones.
David Vega, CEO de los espacios de trabajo flexibles Lexington, ha podido comprobar como esta práctica está llegando cada vez con más fuerza a la conciencia empresarial: “Muchas compañías eligen nuestros espacios de trabajo para establecer su oficina por el compromiso que hemos adquirido, no solo con el cuidado de las personas, sino también del medio ambiente”
De esta manera, Lexington ha puesto en marcha cuatro iniciativas (dentro de su proyecto We make it ECO) para el impulso de la sostenibilidad, convirtiéndose en parte de la solución y ayudando a mitigar el calentamiento global.
1. Soluciones de trabajo híbrido
Lexington promueve metodologías híbridas entre la presencialidad y el trabajo en remoto para las empresas que deciden apostar por sus ubicaciones, lo que supone una clara reducción de los desplazamientos y, en consecuencia, la disminución de emisiones contaminantes. Este tipo de oficinas híbridas permite a acceder a espacios físicos, tanto privados como comunes, durante unos días a la semana, mientras que destinan la otra parte de la semana al ya cada vez más asentado home office«.
2. Edificios con certificado de ahorro energético
Un edificio con certificado de ahorro energético maximiza la eficiencia operativa y reduce al mínimo los impactos ambientales. Según David Vega: “Las compañías valoran cada vez más el hecho de estar alojadas en un edificio con certificación energética eficiente. Estamos convencidos de que esta tendencia irá al alza en los próximos años”.
3. Las tres R de oro: reciclaje, reutilización y reducción
La gestión de los residuos, que se recicle y que se reduzca al máximo la utilización de plásticos se han convertido en tareas fundamentales de las empresas comprometidas con el entorno. Además de las emisiones de carbono provenientes de los residuos, su tratamiento supone un problema para la sostenibilidad ambiental. Vega explica que en Lexington, además de contar con puntos de reciclaje de papel, pilas y tóneres en todos sus espacios, “estamos desarrollando un ambicioso plan para la reducción de plásticos, así como para el fomento de envases reutilizables. Por ejemplo, apostamos tanto por grifos de agua purificada con el objetivo de sustituir las botellas de plástico, como por café en grano para evitar los componentes de aluminio”, destaca.
4. Inversión en verde, pero no sólo con dinero
Si hay una acción que destaca por sus beneficios al ecosistema esa es, sin duda, la de plantar árboles: producción de oxígeno, purificación del aire, freno de la erosión y un largo etcétera. Es por este motivo que Lexington ha iniciado un proyecto de plantación de árboles que verá la luz en los próximos meses y con el que pretende consolidar su firme apuesta por la sostenibilidad. Según palabras de su CEO: “Este plan de reforestación tiene el objetivo de destinar parte de nuestros beneficios a la reducción del efecto invernadero y el calentamiento global”.
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