Por: Miguel Ángel Castañeda Loayza
Uno de los asuntos estructurales que están condicionando el nuevo orden global, en sus distintos aspectos, tanto tecnológicos, políticos, institucionales, empresariales, así como territoriales, es la perfecta simbiosis e interdependencia entre las innovaciones sostenibles y las aplicaciones digitales. Ello conlleva además de investigación aplicada, inversión financiera, estrategia temática y gestión de talento, para nombrar algunos asuntos claves, una bien pensada orientación y un propósito definido. En este escenario hay un concepto con un potencial disruptivo que va a cambiarlo todo: la computación cuántica.
La próxima frontera del conocimiento en cuanto a la computación cuántica ya ha sido desbordada desde hace algunos meses. Deja de ser una promesa potencial y abandona el territorio de I+D para convertirse en un proceso acelerado hacia un despliegue generalizado. Y viene desde distintos frentes del planeta.
Con el arribo de “Lucy”, el nuevo servicio de la firma Oxford Quantum Circuits (OQC), especializada en computación cuántica, no necesitas tener un ordenador cuántico para procesos de investigación y desarrollo que puedas estar implementando en tu startup, empresa o en tu instituto de investigación. “Lucy” es adquirible vía servicio, lo que se ha llamado QCaaS o Computación Cuántica como Servicio, desde Amazon Braket. Lo mismo vienen desarrollando IBM y otras grandes firmas globales de tecnología para, por un lado, brindar servicios similares; pero, por otro lado, para abaratar los costos de procesadores personales tan potentes como una supercomputadora. Recuérdese que las principales supercomputadoras aún están procesando de manera binaria con bits tradicionales. Esta
evolución se ejecuta en cúbits.
Para Ilana Wisby, CEO de la compañía OQC, su empresa es el primer proveedor europeo de hardware cuántico ubicable en Amazon Web Services (AWS). “Estamos abriendo un territorio inexplorado y aportamos nuevos horizontes a la tecnología cuántica en Europa. Ahora cualquiera puede acceder a Lucy, lo que permite a las empresas agilizar sus operaciones e incrementar su rendimiento”, afirmó Ilana
Sin embargo, Lucy es solo un ejemplo. Lo que se viene es una aceleración total en todo el globo. El intenso programa de inversión pública que vienen desarrollando Europa, Norteamérica y China, hará posible, dentro de muy pocos meses, resultados similares que tendremos el próximo año 2023. Tendremos nuevos ordenadores y sistemas de servicio en cualquier parte del mundo que hagan realidad este despliegue común de la computación cuántica.
Como sabemos esta rama de la informática se basa en los principios de la superposición de la materia y el entrelazamiento cuántico para desarrollar una computación distinta a la tradicional. En teoría, sería capaz de almacenar muchísimos más estados informativos por unidad de información y operar con algoritmos mucho más eficientes a nivel numérico, como el algoritmo cuántico de Deutsch y Jozsa, o el algoritmo creado por el matemático Peter Shor. También trabajarán con el algoritmo del Temple Cuántico.
Esta nueva generación de superordenadores aprovecha el conocimiento de la mecánica cuántica —la parte de la física que estudia las partículas atómicas y subatómicas— para superar las limitaciones de la informática clásica. Aunque, todavía, la computación cuántica presenta en la práctica problemas evidentes de escalabilidad y decoherencia, permite realizar multitud de operaciones simultáneas y eliminar el efecto túnel que afecta a la programación actual en la escala nanométrica.
Entre las múltiples funcionalidades que puede darse a esta nueva frontera digital están la seguridad informática, los avances en biomedicina, el desarrollo de nuevos materiales, la gestión de las nuevas economías, la investigación en los sistemas de transporte, entre otras actividades vitales para nuestra sostenibilidad global.
En Finanzas, por ejemplo, el sistema financiero con la banca y las administradoras de fondos, así como las empresas optimizarían aún más sus carteras de inversión y mejorarían los sistemas para la detección del fraude. Incluso aborda con mayor precisión los conatos de corrupción. Facilita además los procesos de simulación. Aquí hay un vínculo estrecho con las finanzas sostenibles.
En Salud hay distintas salidas. Los nuevos hallazgos en biomedicina, la detección y mejor gestión de potenciales pandemias, así como el rápido desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos personalizados genéticamente, serán una realidad cotidiana. Algo muy relevante es el avance que se hará con la investigación del ADN.
En Ciberseguridad, la comunicación cuántica es un acierto. La programación cuántica conlleva riesgos, pero también avances para la encriptación de datos, como el nuevo sistema Quantum Key Distribution (QKD). Esta nueva técnica para el envío de información sensible utiliza señales luminosas para detectar cualquier intromisión en el sistema.
En lo que a Nuevos Materiales se refiere, la investigación y puesta en marcha de procesos hacia la búsqueda de nuevos materiales sustitutos serán, a partir de la computación cuántica, mucho menos costosos, más rápidos y con múltiples oportunidades de diversificación. La Movilidad y Transporte producirán revoluciones inimaginables hasta hoy. Por ejemplo, compañías como Airbus utilizan la computación cuántica para diseñar aviones más eficientes. Además, los qubits permitirán avances notables en los sistemas de planificación del tráfico y la optimización de ruta. El despliegue de los drones en ciudades puede llegar más temprano que tarde.
Toda esta revolución que trae consigo la computación cuántica apela a un estrecho contacto con lo que la gestión del cambio climático está necesitando. Tanto la identificación de mejores sistemas de medidas y control como los hallazgos de nuevos métodos de intervención servirán para que los sectores público y privado desarrollen mejores estrategias y acciones hacia la sostenibilidad del planeta. El vínculo entre transformación digital y sostenibilidad se torna más cercano y efectivo. La gestión de las ciudades inteligentes y sostenibles estarán mejor intervenidas.
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