Para diseñar la Barcelona de los próximos años, se viene implementando el nuevo Plan Estratégico Metropolitano denominado «Barcelona Demà. Compromís metropolità 2030».
Los desafíos territoriales de las ciudades del futuro invitan a repensar los modelos actuales de gestión y distribución de competencias del gobierno local y la administración metropolitana. Las condiciones que tenemos hoy no son las mismas, comparadas con una ciudad de los años 60 ó 70 del siglo pasado, donde apenas había aparecido la electrónica, el teléfono era un artículo fijo y de lujo y la televisión era en blanco y negro con apenas dos o tres estaciones. Ni se pensaba en los advenimientos futuros como el teléfono móvil, la internet de las cosas o la inteligencia artificial. Más aún, las poblaciones tenían otras prioridades y los modelos de transporte y convivencia de los barrios, por ejemplo, se gestionaban en función de una sociedad analógica, local y poco conectada instantáneamente con el mundo.
Barcelona, por ejemplo, aspira tener en los próximos años un replanteamiento conceptual y estratégico de su territorio. Lo hace con la finalidad de adecuarse al actual signo de los tiempos de la resiliencia, digitalización y sostenibilidad. De esa manera busca mantener su liderazgo como una ciudad emprendedora, competitiva y globalmente reconocida. En ese sentido, uno de sus objetivos es tener barrios más prósperos, donde exista una menor desigualdad social, se mejoren sus sistemas de movilidad y se facilite el emprendimiento y la consolidación de una industria 4.0.
Según el plan de las autoridades, lideres de opinión y sociedad civil comprometida, Barcelona será una ciudad más resiliente, con una configuración territorial que involucrará a más de cinco millones de ciudadanos.
Barcelona ha desarrollado un intenso proceso de consulta y análisis bautizado como Barcelona Demà, el cual se inició en 2019. A partir de allí se empezó a gestar un nuevo Plan Estratégico de la Región Metropolitana, en el que se establecen las líneas y el nuevo modelo de prosperidad, basado en el conocimiento y la innovación. Esta configuración conceptual y estratégica está pensada para cinco millones de habitantes
Redefinir los límites territoriales y las competencias de la nueva Barcelona implica una serie de transformaciones estructurales que tienen distintas aristas, desde la parte jurídica-normativa, pasando por las nuevas competencias y responsabilidades, hasta los servicios públicos de salud y educación, así como los sistemas de transporte, comunicación, producción y comercialización de bienes y servicios
Sin duda que uno de los grandes desafíos y tal vez, la mayor motivación está en cómo afrontar la actual crisis climática. A partir de allí, entonces, buscará entender las nuevas oportunidades del mercado global que mantenga a Barcelona en el sitial que actualmente tiene. Barcelona aspira a mucho mas de lo que es hoy día. Esta semana, por ejemplo, se celebra en esta ciudad catalana, el evento anual del Smart City Congress donde uno de los temas de abordaje, será, sin duda, la Barcelona de los 5 millones de habitantes.
De esta manera, la nueva Barcelona, emprendedora, digitalizada y resiliente, es mucho más extensa que la actual. Los que vivimos en esta pujante ciudad veremos su transformación positiva como un modelo replicable y se podrá evidenciar en el futuro los resultados de este plan. Ciertamente, el gran desafío es ahora lograr un modelo de gobernanza y un proceso de planificación urbana que abarca casi 200 municipios de la región.
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