La recuperación económica tras la crisis sanitaria es el gran reto para las compañías en la actualidad, sumado a la necesidad de integrar la sostenibilidad en su hoja de ruta.
Una de las principales enseñanzas que 2020 dejó a las compañías es que deben adaptar su modelo de negocio para estar a la altura de la transformación que ya demanda la propia sociedad. En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030, los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno han ganado más peso que nunca en la estrategia de las corporaciones, que han asumido una responsabilidad adicional en la lucha contra la pandemia.
La sostenibilidad se ha consolidado como el único camino viable para la recuperación tras la crisis sanitaria. Al mismo tiempo, la digitalización desempeña un papel clave para impulsar el cambio en los tres pilares del desarrollo sostenible: el crecimiento económico, la inclusión social y la sostenibilidad medioambiental. Esta interconexión entre sostenibilidad y tecnología se abordó en el encuentro digital Agenda para la recuperación: Iniciativas de sostenibilidad, que organizó EXPANSIÓN en colaboración con IBM. En el marco de la jornada, distintas empresas españolas compartieron sus iniciativas en este sentido.
Alianzas
En un escenario en el que los problemas son globales, los expertos coincidieron en que las respuestas deben ser coordinadas: la acción individual no basta. «Los desafíos a los que nos enfrentamos son de tal magnitud que resulta fundamental la colaboración y la corresponsabilidad de todos», apuntó Javier Dueñas, delegado para la Agenda de Desarrollo Sostenible de Cajamar. En particular, Dueñas señaló que «afrontamos retos muy importantes en el ámbito de la descarbonización: las soluciones financieras son esenciales para impulsar la utilización de energías limpias y combatir el cambio climático».
Para conseguir avances reales, las alianzas deben contar con los distintos agentes sociales, desde las empresas hasta la Administración y la propia sociedad. En este sentido, «la Agenda 2030 es la primera gran iniciativa en el marco de la sostenibilidad que implica de verdad al mundo industrial y empresarial», destacó Fernando Ruiz, director de sostenibilidad de Repsol. De esta forma, las compañías asumen un papel de liderazgo. «Las empresas debemos sentirnos orgullosas y asumir este papel tractor en muchas de estas iniciativas», manifestó el responsable de Repsol, que publica cada año un informe sobre su contribución a los ODS.
En el apartado estratégico, «trabajamos la sostenibilidad desde tres puntos de vista: ingresos para la compañía, eficiencia productiva u operativa y personas», comentó Javier Romero, director de estrategia de Navantia. En el primer bloque, la compañía pone el foco en una nueva línea vinculada con la eólica marina. En cuanto al producto, Romero hizo hincapié en que «tenemos el desafío de descarbonizar el entorno marítimo consiguiendo que nuestros buques contaminen lo menos posible. Nos centramos en los combustibles alternativos y sostenibles y en temas como la propulsión eléctrica». Además, subrayó el ahorro energético y la mejora de procesos como bases de la eficiencia operativa.
Por otro lado, «estamos haciendo una inversión muy fuerte en I+D+i, que es algo crítico para las empresas, y también invertimos en energías renovables porque nos preocupa la descarbonización», afirmó Oswald Wolfe, director de relaciones institucionales, sostenibilidad y comunicación de Acerinox, que incidió en que la adaptación a los ODS ha resultado más sencilla debido a que el acero inoxidable es un metal 100% reciclable con un ciclo de vida largo. Wolfe añadió que «la industria debe ser parte de la solución al problema, no un enemigo».
En todo este proceso, «la tecnología actúa como un habilitador que nos permite dar una respuesta coherente a los retos de sostenibilidad», recalcó Carlos Creus, director del sector industrial y líder en iniciativas de sostenibilidad de IBM España. Asimismo, Creus explicó que la relación de IBM con la sostenibilidad se estructura en tres dimensiones principales: «La dimensión interna recoge compromisos como la reducción de la huella de carbono, el diseño de nuestros propios productos y la economía circular; las soluciones que ayudan a nuestros clientes a conseguir sus propios objetivos de sostenibilidad; y la dimensión social que abarca la formación y la investigación».
Por último, Germán Granda, director general de Forética, aseguró que «el compromiso de las empresas con la sostenibilidad se está acelerando, y 2021 es un año clave para la reconstrucción». Así, Granda concluyó que «la sostenibilidad se erige como una gran aliada para la recuperación y una oportunidad de progreso para las empresas y la sociedad».
Por: Jesús De Las Casas, Expansión
Comments are closed