Por: Jesús Miguel Castañeda Mayuri
Plastiks es un mercado de garantía de recuperación de plástico («NFT») implementado en CELO y (Binance Smart Chain) que reúne a personas, organizaciones y empresas para luchar contra la contaminación plástica. Ofrece una solución para ayudar a las empresas a abordar el problema del plástico desde una perspectiva global y ser más sostenibles, permitiéndoles tomar acciones inmediatas y verificables contra la contaminación plástica.
Esta solución permite a las empresas adoptar un enfoque holístico de la contaminación plástica global al tomar acciones ambientales inmediatas y verificables, patrocinando la recuperación de desechos plásticos en países emergentes y en desarrollo y, por lo tanto, teniendo un impacto positivo directo en el medio ambiente. Conversamos con André Vanyi- Robin, co-fundador de esta iniciativa.
Primero quisiera que me comentes un poco cómo surgió esta historia de esta empresa. ¿Cuál es la historia detrás?
Nozama surgió a principios del 2019. El Amazonas todavía estaba en llamas. Y yo, como ciudadano normal y corriente, pensaba en cómo se puede hacer para ayudar y contribuir en combatir el cambio climático. La vida es dura. Nos levantamos por la mañana, nos vamos al trabajo y nos exponen a las noticias que todo va mal, etc. Queremos hacer algo positivo por el medio ambiente. Eso está en nuestro corazón. Pero con lo largo del día, las reuniones, el trabajo, los compañeros, el café y la comida, el cansancio, la somnolencia, más reuniones, más cosas… Se nos olvida la urgencia climática, porque la vida, la supervivencia, hace que no podamos hacer nada, salvo sobrevivir.
Lo único que podemos hacer es tirar la basura en el lugar adecuado. ¿Y cómo sabemos que este esfuerzo de haber separado la basura en casa realmente vale la pena? Pensé, a raíz de esto, que la única manera de que podemos realmente contribuir al cambio climático es consumir responsablemente. Eso significa elegir productos y servicios de empresas que hayan demostrado un compromiso con el medio ambiente. Y estas empresas tienen que demostrar fehacientemente que realmente han hecho un esfuerzo para no contaminar o para reducir su contaminación. Y nosotros como consumidores lo único que podemos hacer es comprarle el producto. Había que buscar una forma de medir lo que es el impacto de la huella medioambiental de la empresa. Y al hacer esto, se podrían dar las herramientas para que las empresas hagan su trabajo, es decir, que se comprometan con el medio ambiente y que los consumidores podamos comprar directamente de estas empresas. Así es como nació. Partimos de una reflexión intelectual de que la única manera de salvarnos no es de pretender meternos en una gruta y olvidar de consumir, sino de consumir sostenible con un entendimiento medible de la huella. Así es como nació Nozama.
Y en ese marco de querer tener un entendimiento de la huella de carbono que dejan las empresas, ¿el programa Plastik.io cómo se sitúa? Si pudieras explicar un poco.
La gran conclusión fue que todo el mundo dice que quiere salvar el mundo, pero nadie quiere pagar por ello. Entonces, el foco de negocio es crear un negocio que tenga un impacto y que sea escalable. Y de ahí nació Plastik.io ¿Por qué? Porque hemos decidido enfocarnos en la industria de la gestión de residuos. Esta está basada en dos fuentes de ingresos. La primera, recoger residuos. La segunda, separar los residuos y vender estos residuos como materia prima a empresas de reciclaje para que estas usen este material recuperado para crear nuevos envases. Entonces, en esta actividad están vendiendo un residuo físico. Vender significa emitir una factura. Emitir una factura significa pagar IVA sobre lo que se ha vendido. La factura es una prueba fehaciente y verificable de que se ha recuperado una cantidad de plástico y que ha sido enviado al sector de reciclaje. Le propusimos a las empresas de gestión de residuos vender estas pruebas como garantía de recuperación. Es algo muy conocido en el mundo del crédito carbono. Pues ahora es crédito plástico, pero con una garantía de recuperación que implica que una cantidad de polímero y un tipo de polímero ha sido recuperado y no ha acabado en el medio ambiente y que ha sido reinsertado en la industria de reciclaje para volver a ser reutilizado.. ¿Quién lo compraría? Volviendo un poco a la historia de base, hemos pensado que realmente la empresa que tiene la responsabilidad de demostrar su compromiso con el medioambiente y que tiene el objetivo de ser carbono neutro desde un punto de vista de plástico puede comprar esta garantía para decir “yo produzco tantas toneladas o distribuyo o consumo tantas toneladas de polipropileno plástico, pero me ha asegurado que la misma cantidad se haya recuperado del medio ambiente”. Por lo tanto, es una empresa neutra. Entonces, ellas compran estas garantías de recuperación. Pero la segunda razón es que como un objetivo de responsabilidad social corporativa, esa empresa dice “yo estoy comprando esta garantía de recuperación. Incluso, puede enviar dinero a países en vías de desarrollo para financiar los proyectos de recuperación. Y al financiar los proyectos de recuperación está demostrando su compromiso con el medioambiente. ¿Por qué? Porque en países en vías de desarrollo el dinero va a las entidades que se ocupan de los que recogen los plásticos. Es una herramienta de marketing y una herramienta de compensación; este crédito plástico tiene un valor.
También hemos implicado a artistas porque al fin y al cabo solo un contable tiene una relación emocional con datos. Se estimula un contable a ver un balance. Pero nosotros estando en la tienda no vamos a elegir Coca Cola o Pepsi-Cola porque hemos leído el informe anual de Coca-Cola, ¿no? Es una reacción emocional que tenemos. ¿Y quién mejor hace esto? Los artistas. Ellos acuñan sus NFT, crean sus NFTS en el marketplace y obligan a vincular las garantías de recuperación con sus ingresos. ¿Te gusta esta obra de arte? Pues tienes que recoger 20 kilos. Yo quiero que los compres en la geografía de mi interés en Venezuela, en Perú. Si alguien quiere la obra, tiene que comprar el NFT para asegurar que se recupere esa cantidad de plástico. Y así el artista, su arte, tiene un impacto.
Artistas, individuos, empresas, empresas de gestión de residuos y proyectos de cooperación. Todos en un marketplace llamado Plastiks.io.
Respecto a las empresas de gestión de residuos, ¿cómo fue la llegada a ellos?
Fue abrumadora. Estamos creciendo rápido. Estamos en la India, Sri Lanka, Tailandia, Kenya, Tanzania, Costa de Marfil, Chile, Argentina, México, Brasil, Costa Rica, Colombia, California, Washington, Francia y España. Y cada día vienen más. ¿Por qué? Porque es una forma de conseguir dinero. ¿A cambio de qué? A cambio de hacer un buen trabajo. A cambio de ser transparente. Se está remunerado la transparencia, cosa que antes no era posible. Si tú querías pedirle a una empresa de gestión de residuos cuánto estaba recogiendo, no había obligación. Pero ahora hay incentivos y el incentivo es un arma muy poderosa para que todo el mundo vea con transparencia qué se está pasando con el residuo. Y esto es la forma de poder ya crear a nivel mundial una referencia de un crédito plástico.
¿Ha sido del mismo modo con las empresas que quieren ese crédito de plástico?
Se está creciendo, pero a un ritmo más lento. Las empresas tienen que entender primero la necesidad. ¿Qué necesidad? Necesidad de poder relacionarte con tu mercado y demostrar al mercado que estás comprometido con el medio ambiente. Lo que necesitan es saber que con esto pueden ganar dinero. Y cuando ellas entiendan esto, a partir de ahí es cuando ya están dispuestos a hacerlo, porque se dan cuenta de que además de ser una herramienta de marketing, realmente está teniendo un impacto. Hasta ahora era Greenwashing, pero con esto ya saben que hay datos reales verificables que pueden tener un impacto directo. Y esto lo necesitan para vender mejor sus productos a los consumidores. Obviamente, la oferta está creciendo rápido y la demanda más lento, pero es una cuestión de tiempo -y nuestro objetivo- que la demanda supere a la oferta.
¿Dentro de los proyectos de gestión de residuos, cuál ha sido el más llamativo en términos de éxito?
En Brasil, en India y Kenia. Son los tres países en donde más se está vendiendo.
¿Por algún motivo en particular?
Kenia es un país realmente emblemático en África. Hay muchos deseos de que las cosas mejoren allí. Brasil por el Amazonas. Estos países tienen sus monumentos naturales que tienen que salvarse.
¿Cuál ha sido la participación de las personas individuales en Plastik.io?
Ha crecido bastante. Pero por las colecciones. Los artistas atraen a sus comunidades de followers.
¿Qué tipo de artistas son?
Hay artistas venezolanos como por ejemplo Flor Fruit. También artistas irlandeses, checos, africanos, indios. Son personas que quieren tener un impacto además de vender su arte.
¿Tiene Plastik.io previsto expandirse a otros lugares?
En Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Latinoamérica en términos de oferta. En Europa está también la demanda.
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