Las autoridades de Singapur multaron hoy con 13 millones de dólares singapureses (8,1 millones de euros) a las empresas de transporte compartido Grab y Uber por violar las leyes de competencia con su acuerdo de fusión.
Grab, con base en Singapur, anunció en marzo un acuerdo de compra de Uber en el Sudeste de Asia, su principal rival en la región, y la integración de sus servicios de transporte y reparto de comida en su plataforma.
El regulador abrió una investigación al día siguiente del anuncio que concluyó que el pacto llevó a un aumento de los precios de Grab de entre un 10 y un 15 por ciento, y a la reducción de promociones y gratificaciones a los usuarios.
También denunció que tras la fusión el 80 por ciento del mercado quedó en manos de Grab, que impone obligaciones a compañías de taxi, a los conductores y a empresas de alquiler de vehículos.
La Comisión para la Competencia y el Consumidor de Singapur (CCCS) dijo que impuso 6,58 millones de dólares locales (4,10 millones de euros) a Uber y 6,42 (4,0) a Grab para «disuadir fusiones completas e irreversibles que dañen a la competencia».
«Las fusiones que reducen sustancialmente la competencia están prohibidas y la CCCS ha actuado en contra de la fusión entre Grab y Uber porque eliminó la principal rival de Grab a costa de conductores y pasajeros de Singapur», dijo el director ejecutivo de CCCS, Toh han Li, en un comunicado.
Además de la multa el regulador dictó varias directrices para minimizar el impacto de la fusión, incluida la petición a Uber para que venda los vehículos de su servicio de alquiler de los mismos a otro competidor que haga una oferta razonable basándose en los precios del mercado.
También dictaminó que se garantice a los conductores la libertad de elección de plataforma, la retirada de acuerdos de exclusividad con cualquier flota de taxis y el mantenimiento de precios y comisiones para los conductores previos a la fusión.
El director de Grab Singapur, Lim Kell Jay, celebró que la CCCS no anulara el acuerdo «hecho dentro de los derechos legales» de la compañía, pero lamentó que el regulador optara por una «definición estrecha del mercado» para concluir que hubo una violación de las leyes de competencia.
«Grab sigue comprometido con un precio justo y no ha aumentado las tarifas desde la transacción», dijo Lim en un comunicado en el que aseguró que la empresa acata las directrices del regulador al que seguirá presentando los datos de precios cada semana.
La fusión también fue investigada por la autoridad de competencia de Filipinas, que en agosto aprobó el acuerdo -que da a Grab el 93 por ciento del mercado local- tras imponer una serie de condiciones para garantizar precios justos del servicio.
Fuente: EFE
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