Después de una década de propuestas de regulaciones, reformas y mandatos, y un creciente mosaico de leyes nacionales, la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa propuesta por la Unión Europea está programada para entrar en vigor en el ejercicio fiscal 2027 para todas las grandes empresas que operan en el bloque. La medida es un intento único en su clase de fusionar la divulgación forzada del impacto ambiental y humano con un mandato para obligar a las grandes empresas a reducir su huella negativa.
La CSDDD es una piedra angular en el impulso global hacia la responsabilidad corporativa, particularmente dentro de las cadenas de suministro. Grupos de defensa como NeSoVe (Red de Responsabilidad Social) e iniciativas como la Plataforma para Empresas Responsables en España apoyan y hacen eco de los objetivos de la CSDDD. Estos esfuerzos enfatizan la necesidad de legislación que responsabilice a las corporaciones por sus acciones en toda su red de distribución.
A nivel mundial, los países están respondiendo al llamado de una mayor responsabilidad corporativa a través de medidas legislativas y políticas. Desde los Países Bajos hasta Australia, los gobiernos están promulgando leyes para promover la conducta empresarial responsable y abordar las violaciones de los derechos humanos. La CSDDD sirve como punto de referencia para estos esfuerzos, proporcionando un marco para alinear las prácticas corporativas con los estándares internacionales y fomentar la transparencia y el comportamiento ético.
En última instancia, la CSDDD es un pilar central en la búsqueda de la sostenibilidad corporativa y las prácticas comerciales éticas en todo el mundo. Su implementación anuncia una nueva era de responsabilidad corporativa, donde la transparencia, la responsabilidad y el respeto por los derechos humanos y el medio ambiente están firmemente arraigados en las operaciones comerciales.
Este estudio fue realizado por: Eliana Friedman e Ishan Dohrmann
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