(EFEVerde) – La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) presentó este miércoles en Helsinki una propuesta para restringir el uso de partículas microplásticas que se agregan intencionalmente a productos dirigidos al consumo, debido al potencial riesgo que suponen para la salud y el medioambiente.
Tras evaluar los peligros que supone la adicción de microplásticos a productos tanto de uso comercial como profesional, la ECHA ha concluido que estaría justificado restringir en toda la Unión Europea (UE) todos aquellos que “sean inevitablemente liberados al medioambiente”.
“La persistencia y los potenciales efectos adversos o bioacumulación de microplásticos es un motivo de preocupación. Una vez liberados, pueden ser extremadamente persistentes en el medioambiente, durar miles de años y ser prácticamente imposibles de eliminar”, sostiene la agencia en un comunicado.
El estudio realizado por la ECHA concluye que los microplásticos tienen más probabilidades de acumularse en ambientes terrestres, ya que las partículas se concentran en el lodo de aguas residuales que se emplea de forma habitual como fertilizante y, en menor medida, terminan vertidos directamente en el medioambiente acuático.
Aunque la agencia reconoce que actualmente es imposible determinar el impacto medioambiental a largo plazo de los microplásticos, advierte de que estas partículas son muy resistentes a la biodegradación y pueden ser un problema para la salud humana si son ingeridos.
Los microplásticos, partículas de polímeros sintéticos de menos de cinco milímetros, se usan actualmente para fabricar una amplia gama de productos de consumo, como cosméticos, detergentes, pinturas, medicinas y pastas de dientes.
Asimismo, forman parte de diversos productos de uso industrial que se emplean en la agricultura, la construcción y sectores de la energía como el petróleo y el gas. EFEverde
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