Traducción de artículo publicado en Reuters
La deforestación en la selva amazónica de Brasil cayó en enero respecto al año anterior, según mostraron datos satelitales el viernes, en las primeras cifras mensuales del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Los datos satelitales preliminares recopilados por la agencia de investigación espacial del gobierno, Inpe, mostraron 167 kilómetros cuadrados (64 millas cuadradas) despejados en la región el mes pasado, un 61% menos que en enero de 2022, el peor mes en la serie de ocho años.
A mediados de enero, los agentes ambientales brasileños lanzaron sus primeras redadas contra la tala bajo Lula, quien se comprometió a poner fin a la creciente destrucción bajo su predecesor Jair Bolsonaro.
La deforestación en enero también estuvo por debajo del promedio histórico de 196 km cuadrados para el mes desde 2016, aunque los datos de enero pueden ser especialmente ruidosos dadas las fuertes nubes sobre la selva tropical a principios de año.
“Es positivo ver una caída tan relevante en enero”, dijo Daniel Silva, especialista en conservación de WWF-Brasil. «Sin embargo, todavía es demasiado pronto para hablar de un cambio de tendencia, ya que parte de esta caída puede estar relacionada con una mayor cobertura de nubes».
A mediados de enero, los agentes ambientales brasileños lanzaron sus primeras redadas contra la tala bajo Lula, quien se comprometió a poner fin a la creciente destrucción bajo su predecesor Jair Bolsonaro.
La deforestación en enero también estuvo por debajo del promedio histórico de 196 km cuadrados para el mes desde 2016, aunque los datos de enero pueden ser especialmente ruidosos dadas las fuertes nubes sobre la selva tropical a principios de año.
“Es positivo ver una caída tan relevante en enero”, dijo Daniel Silva, especialista en conservación de WWF-Brasil. «Sin embargo, todavía es demasiado pronto para hablar de un cambio de tendencia, ya que parte de esta caída puede estar relacionada con una mayor cobertura de nubes».
Señaló que los datos de enero representaron la primera caída respecto al año anterior en cinco meses.
Las nuevas cifras surgen después de que Reuters informara en exclusiva el jueves que Estados Unidos estaba considerando su primera contribución a un fondo multilateral destinado a combatir la deforestación en la Amazonía, con un posible anuncio durante la reunión del presidente Joe Biden con Lula en la Casa Blanca el viernes.
El Fondo Amazonía administrado por Brasil, apoyado principalmente por Noruega y Alemania, fue reactivado por la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, el día que asumió el cargo el mes pasado, luego de haber estado congelado desde 2019 bajo Bolsonaro.
Incluso con el comienzo positivo del año, los expertos y el personal de la agencia ambiental Ibama advierten que Lula puede tardar años en cumplir con los objetivos de conservación después de que Bolsonaro recortó fondos y personal en agencias clave.
El gobierno brasileño también está luchando contra la minería ilegal en la tierra yanomami en el Amazonas, su reserva indígena más grande, en medio de una crisis humanitaria atribuida a los mineros ilegales de oro.
Comments are closed