Traducción de artículo publicado en Reuters por Isla Binnie
Las inversiones para proteger y gestionar mejor los ecosistemas del mundo deben alcanzar los 384.000 millones de dólares al año para 2025, más del doble de sus niveles actuales, para protegerse contra las amenazas del cambio climático y la pérdida de recursos naturales, dijo el jueves el organismo de control ambiental de la ONU.
El cálculo informará una cumbre de biodiversidad que comenzará la próxima semana en Montreal, Canadá, donde los países intentarán llegar a un acuerdo para proteger la naturaleza y la vida silvestre de mayores pérdidas y degradación de especies y paisajes.
Actualmente, se gastan $154 mil millones cada año, principalmente por parte de los gobiernos, en acciones para proteger y gestionar mejor las aguas, la tierra, el aire y la vida silvestre, conocidas como «soluciones basadas en la naturaleza», dijo el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un informe.
«Esto tendrá que aumentar en varios órdenes de magnitud si queremos abordar la triple crisis de la degradación de la tierra, el clima y la naturaleza», dijo Ivo Mulder, jefe de la unidad de financiamiento climático del PNUMA.
«Alrededor del 50% del PIB mundial depende de ecosistemas saludables y que funcionen bien (por lo que) no debería ser demasiado difícil, incluso si estamos viviendo múltiples crisis», como la guerra en Ucrania y la inflación en espiral, agregó.
Mientras tanto, los gobiernos están gastando entre $500 mil millones y $1 billón al año en subsidios potencialmente dañinos para la pesca, la agricultura y los combustibles fósiles, según el informe.
Más de 100 naciones se inscribieron el año pasado en la ciudad china de Kunming para trabajar por la protección de la biodiversidad, pero no lograron ponerse de acuerdo sobre temas que incluyen la financiación de la conservación en los países más pobres.
La reunión de este año debía tener lugar en Kunming, pero el lugar se cambió debido a sus restricciones de cero COVID. China continuará sirviendo como presidente.
La última vez que los líderes mundiales firmaron un pacto sobre biodiversidad, en Aichi, Japón, en 2010, establecieron objetivos para tratar de frenar la pérdida para 2020, pero no cumplieron ninguno.
Los actores del sector privado, que representan solo el 17 % del gasto en soluciones basadas en la naturaleza a pesar de sus compromisos de reducir las emisiones de carbono y la deforestación, «tendrán que combinar ‘cero neto’ con ‘naturaleza positiva'», dijo el PNUMA.
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