EFEVerde– La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha alertado este lunes de que los informes muestran que el sureste español contará para 2050 con un 40 % menos de recursos hídricos que en la actualidad, una pérdida de más de 15 puntos porcentuales respecto al resto de España, donde esos recursos se reducirán, de media, en un 24 %.
“Nos vamos a tener que manejar en escenarios extremos”, ha afirmado la ministra en la presentación del Diálogo sobre el Futuro del Agua, celebrado en Alicante, y en el que participan, entre otros, representantes de la Unión Europea, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Alicante.
Ribera ha sostenido que existe una “gran diferencia con ejercicios de planificación pasados”, porque en estos momentos “hay que estar preparados para escenarios de inundaciones o de sequía máxima”, al tiempo que ha declarado que las alteraciones son “muy significativas”, por lo que, de manera paralela, debe haber “una revisión permanente de las infraestructuras necesarias para abordar las respuestas”.
La vicepresidenta tercera ha esperado que en este Foro se piense y se dialogue “sobre la España y la Europa que queremos construir” y ha sostenido que la “gran apuesta hídrica” del Gobierno debe ser “garantizar la buena interconexión entre todos los volúmenes en cada una de las cuencas” españolas, para conseguir que todas estén “perfectamente interconectadas”, algo que “hoy por hoy no existe” y que se ha convertido “en un desafío para las confederaciones del Sureste, como el Júcar y el Segura”.
La ministra ha resaltado que ahora es momento para “pensar en el hoy y en el mañana, pero también en el pasado mañana y en los próximos diez años”, porque, ha reivindicado, “hay inteligencia en gestión”, pero también “digitalización, mejoras en cultivos adaptativos, prevención de inundaciones y una mayor eficiencia”.
Por su parte, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que Alicante está “en la zona cero” del cambio climático, a la par que ha reivindicado que “no existe un planeta ‘B’” y que, por tanto, el momento actual “obliga a más actuaciones y menos sobreactuaciones”.
Trasvase Tajo-Segura
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha asegurado que la alternativa al trasvase Tajo-Segura no es viable, ya que mientras cada metro cúbico proveniente del Tajo cuesta un kW/h, un metro cúbico de agua desalada cuesta cuatro, por lo que ha acusado al Gobierno de causar “un daño irreparable” a la provincia.
Puig ha asegurado que el trasvase Tajo-Segura es “fundamental e irrenunciable”, al tiempo que ha asegurado que “se debe utilizar con la máxima energía y eficiencia”, aunque ha afirmado que no hay que buscar confrontación: “No queremos pancartas ni electoralismo”, ha explicado.
Ribera ha sostenido, sobre la crítica de Barcala, que no le ha parecido que el tono “fuera el más indicado para entablar un diálogo”, pero ha destacado que entiende “la sensibilidad de Alicante, Murcia, Almería, Toledo, Guadalajara o Tarragona”, al ser un tema “extremadamente sensible”.
Así, ha resaltado que ha habido “un consenso” con regantes y usuarios a la hora de actualizar las tarifas del trasvase, al tiempo que ha concluido que se requiere de “una reponderación” para que los precios del agua sean compatibles con los costes de los agricultores, por lo que “el Ministerio tendrá que ver hasta dónde necesitamos cobertura adicional y de qué modo”, en relación a posibles subvenciones a agricultores.
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