La secretaria de Acción Climática, Anna Barnadas, acompañada de la directora del Instituto Catalán de Energía (ICAEN), Marta Morera, ha anunciado hoy la apertura de una línea de ayudas para impulsar las energías renovables de uso térmico dotada con 27,3 millones de euros. Este programa tiene por objetivo avanzar en la transición energética mediante la sustitución de energías de origen fósil por energías renovables para la generación de frío y de calor en todos los ámbitos, desde el sector primario hasta el ámbito doméstico pasando por la industria. La línea está dotada de recursos de los fondos europeos Next Generation, y las solicitudes se podrán cursar a partir de mañana.
Barnadas ha destacado la importancia de este tipo de tecnologías para lograr la descarbonización de la sociedad catalana en 2050. “Estamos hablando de unos recursos renovables, como la biomasa, la energía solar térmica o la geotermia, que dan respuesta a unas demandas muy concretas, vinculadas con la generación de calor y de frío, y que al mismo tiempo son autóctonas y permiten crear actividad en el propio punto de consumo”, ha explicado la secretaria de Acció Climàtica. En esta línea, ha recordado que son tecnologías «sustitutivas de combustibles fósiles como el gas natural».
La convocatoria pretende incentivar la utilización de fuentes de energía como la energía solar térmica, la biomasa, la geotermia, la aerotermia y la hidrotermia, así como fomentar las microredes de frío y calor a partir de energías renovables. Este tipo de energías renovables son las que deben dar respuesta a las necesidades que tienen industrias, equipamientos públicos y ciudadanía de disponer de calor y frío, ya sea para climatización o para procesos productivos. A menudo, la electrificación de este tipo de necesidades no es viable técnica o económicamente, por lo que es necesario avanzar en la cobertura de estas demandas con energías renovables térmicas.
Todas estas fuentes de energía no sólo permiten sustituir las energías de origen fósil, sino que son autóctonas y permiten, como en el caso de las redes de frío y de calor y de la biomasa, avanzar en la implantación de una economía circular . En el caso de la biomasa, además de ayudar a mitigar el cambio climático, su aprovechamiento fomenta la prevención de incendios y mejora el estado de los bosques, al poner en valor un producto que posibilita la gestión sostenible del bosque; favorece la adaptación de los ecosistemas, para que éstos sean más resilientes a efectos del cambio climático y con estructuras que benefician la disponibilidad de agua, y contribuye a la recuperación económica del sector forestal ya la dinamización de las zonas rurales.
Podrán optar profesionales autónomos, empresas, organizaciones y entidades sin ánimo de lucro y administraciones públicas. Todos aquellos beneficiarios que realicen una actividad económica tendrán que iniciar la actuación a partir de la apertura de la convocatoria, mientras que aquellos beneficiarios que no realicen actividad económica por la que ofrezcan bienes y/o servicios se podrán acoger si actuación se ha ejecutado desde el 23 de diciembre de 2021.
En el caso de las instalaciones en edificios no residenciales, establecimientos e infraestructuras del sector público, podrán acogerse todas aquellas actuaciones que se hayan ejecutado desde el 23 de diciembre de 2021.
Cataluña, hacia un nuevo modelo energético
Esta línea de ayudas por el impulso de las energías renovables de uso térmico se alinea con el proceso de transición hacia un nuevo modelo energético más limpio, sostenible, justo y democrático que ha iniciado Cataluña. El objetivo es alcanzar una sociedad y una economía descarbonizadas en 2050, con un modelo energético basado en la eficiencia energética y las energías renovables, y donde los ciudadanos puedan generar y gestionar su propia energía y participar en la toma de decisiones .
La línea se añade a otras medidas, como la Estrategia catalana para promover el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola o las líneas de ayudas para el uso de energías renovables para el autoconsumo, que tienen objetivo avanzar en la implantación de las energías renovables en Cataluña. En este mismo sentido, el Gobierno ha aprobado recientemente medidas para simplificar la instalación de energías renovables para la generación de electricidad, impulsando con 3,6 millones de euros la creación de oficinas comarcales para la transición energética en todos los consejos comarcales de Cataluña, para apoyar las iniciativas locales en este ámbito.
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