Traducción de artículo publicado en Reuters por Joseph Nasr
BERLÍN, 9 feb (Reuters) – Alemania presentó el miércoles a su enviada climática internacional «soñada», la jefa de Greenpeace, la estadounidense Jennifer Morgan, en una audaz señal de que está dispuesta a encabezar acciones más ambiciosas para abordar la crisis climática global.
Con el nombramiento de Morgan, una activista climática veterana con tanta experiencia en dirigirse a las élites políticas y empresariales como en unirse a los manifestantes en los bloqueos, Alemania se une a un pequeño grupo de países con enviados designados para manejar la diplomacia internacional del cambio climático.
«Traer a Jennifer Morgan a nuestro equipo alemán es un sueño y un impulso importante para los esfuerzos internacionales para proteger el clima», dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, del partido ecologista Los Verdes.
Tanto Greenpeace como los Verdes de Alemania tienen su origen en el movimiento antinuclear de los años 70 y 80.
«Me siento honrado por la confianza que depositan en mí y asumo este importante papel con placer y determinación. Estamos en una encrucijada», dijo Morgan, hablando con fluidez en alemán.
«Los efectos de la crisis climática se sienten en todas partes: las personas y la naturaleza están sufriendo», agregó. «Quiero aportar mis años de experiencia en el movimiento climático, así como en los think tanks, a la política para apoyar e implementar los objetivos de Alemania, así como los de la UE e internacionalmente».
Morgan, quien asumirá oficialmente el cargo el 1 de marzo, dijo que su primer viaje al extranjero será a Bruselas, seguido de una visita a París.
«Alemania se ha construido una imagen de modelo a seguir a nivel internacional con su decisión de abandonar el carbón y la energía nuclear y sus inversiones intensivas en energía renovable e hidrógeno. La transición energética es el poder blando de Alemania. Y lo perseguiremos activamente», dijo Morgan.
Su nombramiento coincide con la presidencia de Alemania del Grupo de los Siete países ricos este año y el intento de Europa de implementar políticas climáticas internacionales, incluida la primera tarifa fronteriza de carbono del mundo, imponiendo costos de emisiones de CO2 a los productos contaminantes importados a la UE.
Baerbock dijo que Alemania quería asegurarse de que los países en desarrollo unieran esfuerzos para convertirse en economías de cero emisiones y que Berlín impulsaría la transferencia de tecnología de las naciones más ricas a las más pobres para sacar a millones de personas de la pobreza.
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