La recuperación económica de Europa y sus estados miembros pasan por una efectiva ejecución de los Fondos Europeos del nuevo programa Next Generation EU. La capacidad de absorción de estos fondos pone a prueba las actuales estructuras orgánicas, los lineamientos de política de contrataciones y a los propios liderazgos de quienes gobiernan las naciones de la Unión. En el caso de España, el desafío atraviesa al gobierno nacional, sus Comunidades Autónomas y a los distintos Ayuntamientos locales.
A la fecha, todos los Estados han entregado sus Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia y algunos de ellos ya han sido aprobados por la Comisión. En el caso de España, esta aprobación se dio en junio pasado. El primer paso ya está dado. El camino aun es largo.
El proceso hacia la ejecución recién se inicia. Los nuevos factores de elegibilidad, viabilidad y entrega de recursos descansan en nuevos instrumentos de selección, perfectamente estructurados por la Comisión. Las novedades claves de este NextGenEU son el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (RRF) y el esquema React-EU. Y en este escenario los criterios que rigen las asignaciones en virtud de estas subvenciones serán la tasa de renta per cápita (inversa) en 2019 (en relación con la media de la UE) y las tasas de desempleo anteriores a la crisis (media del período 2015-2019). Teniendo claro este esquema, los países del Sur de Europa y del Centro Este Europeo podrían ser los más beneficiados. Todo dependerá de los asuntos claves en la capacidad de gestión de cada Nación.
A todo esto, ¿qué tienen que ver la innovación y la sostenibilidad en este nuevo escenario? ¿Qué papel juegan las universidades, la empresa privada, las organizaciones sociales, el tercer sector y los Centros de Investigación, por ejemplo? ¿Qué le debe importar al ciudadano y a los trabajadores? ¿Cómo se pueden beneficiar los nuevos emprendimientos, startups, spinoffs o el gran sector de las PYMEs?
La Innovación y la Sostenibilidad son las palabras claves de esta recuperación económica. Los esquemas de financiamiento de los nuevos programas y proyectos con estos apòrtes, los tienen identificado en los distintos Fondos para todos los servicios y todas las actividades productivas. Son la condición sine qua non de su elegibilidad. En esa perspectiva no existe mejor decisión que alinear los nuevos proyectos a las expectativas europeas. Debemos escoger y diseñar propuestas que conversen con la transformación digital, la economía circular, el cambio climático, la transición energética y la diversidad inclusiva, por ejemplo.
Pero no solo ello. Debemos ubicar grandes proyectos tractores que involucren una red de organizaciones de todo tipo. En este escenario, empresas privadas, universidades, centros de investigación, ONGs, PYMEs y startups podrían reunirse directamente para generar una dinámica virtuosa en una gran cadena de socios y red de suministros. La transformación hacia la nueva movilidad y los coches eléctricos, los cambios de matrices energéticas en las grandes industrias, la búsqueda de innovaciones digitales escalables o la oportunidad de proponer nuevos modelos de servicios sanitarios o educativos, a gran escala, podrían ser buenos ejemplos. Los esquemas tipo PERTE aquí son muy útiles.
Sin embargo, hay otro concepto clave también que está entre estas dinámicas de innovación y sostenibilidad. Me refiero al empleo de calidad. A todo esto, lo que se nos ocurra y diseñemos debe estar alineado con la creación de nuevos empleos de calidad que superen la precariedad Se tiene que plantear modelos de reubicación de aquellos trabajadores que están en riesgo de perder sus actuales trabajos por este proceso revolucionario que es la innovación digital. En un mundo donde la robótica, inteligencia artificial, la gestión de los datos y las aplicaciones digitales están presentes en cada actividad económica, muchas actividades productivas actuales serán puestas en cuestión.
Hay, entonces, oportunidades de formación y desarrollo de nuevas capacidades que también son parte de las condiciones europeas para estos Fondos del Next Generation EU. Aquí las alianzas entre empresas privadas y administraciones públicas tienen una gran oportunidad de mejora. Este es el encuentro entre los Fondos Europeos, la Innovación y la Sostenibilidad. En este último acápite de la nueva formación, las universidades, los Centros de Formación Profesional y Centros de Investigación deben jugar un rol central en ello. No habrá una nueva oportunidad como ésta.
Director General del Centro de Investigación Sustainability Worldwide Center 2050 y fundador de la Escuela de Graduados en Sostenibilidad Catalyst Sustainability Graduate School
Parte de este artículo fue publicado por el autor en la edición del Diario SERGE de Lleida
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