El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès y Garcia ha asegurado hoy que «Catalunya avanza hacia un modelo energético neto, distribuido, respetuoso con el territorio, que refuerza el camino hacia la soberanía energética y que ofrece un papel central a la ciudadanía» , logrando hacer realidad «un cambio de paradigma en el impulso de la transición energética».
El presidente ha explicado que a fecha de hoy “las instalaciones de autoconsumo ya producen la energía equivalente a una central nuclear y 92.000 hogares y empresas que han instalado placas solares generan la misma energía verde equivalente a la energía de una central nuclear”. «Un cifra que no para de crecer y que a finales de año llegará a 100.000 las instalaciones de autoconsumo», ha insistido. Aparte, ha dejado claro que, en el ámbito estatal, Cataluña es el territorio con más instalaciones de estas características.
Según ha explicado también, las nuevas herramientas y la nueva normativa más ágil que se ha impulsado desde el Govern han jugado «un papel determinante» que hacen compatibles las instalaciones energéticas pequeñas y de proximidad con aquellas otras más grandes, que » son imprescindibles para llegar a la neutralidad climática”. Todo ello ha permitido «pasar de 9 MW aprobados los últimos 10 años a 1.600 MW autorizados a día de hoy».
Avance en el modelo de transición energética
El objetivo es lograr la descarbonización de la sociedad catalana en 2050, lo que requiere incrementar significativamente la instalación de energías renovables, reducir el consumo de energía, aumentar la eficiencia energética y electrificar todos los consumos posibles.
Se ha otorgado la autorización administrativa a 104 instalaciones eólicas y fotovoltaicas que suman 1.484,79 MW y el acta de puesta en servicio en 6 instalaciones que totalizan 106,58 MW. Además, se han puesto en servicio hasta 78.000 nuevas instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, para alcanzar las más de 91.000 que en la actualidad funcionan en Cataluña y que suman 1.061 MW de potencia, el equivalente a una central nuclear. estos dos años también han servido para activar los instrumentos para hacer más participativo y justo el modelo energético catalán, y se han sentado las bases para convertir el sector energético en un sector tractor de la economía. La transición energética puede generar, si se avanza al ritmo previsto, hasta 188.000 puestos de trabajo en Cataluña hasta el 2030.
Un marco normativo más favorable
El Decreto ley 24/2021 ha sido el punto de partida para definir un marco normativo más favorable para el despliegue intensivo de las energías renovables en Cataluña. El Decreto ley incluía medidas como la exigencia de acreditar el acuerdo con el 50% de los propietarios y abrir a la población local un 20% del capital o de la financiación del proyecto. También, incorporaba medidas de simplificación administrativa para el autoconsumo.
se ha iniciado la elaboración del Plan territorial sectorial para la implantación de energías renovables, que debe establecer unas pautas y unos criterios de equilibrio territorial para la implantación de energías renovables.
Todas estas actuaciones deben acabar conformando un marco normativo estable que permita alcanzar los objetivos fijados por la Prospectiva Energética de Cataluña 2050. Se calcula que será necesario implantar hasta 62.000 MW d energías renovables en Cataluña desde ahora hasta 2050 para lograr la descarbonización de la sociedad catalana.
Acciones, instrumentos e incentivos
- El departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural ha incorporado hasta 141 personas vinculadas a programas relacionados con la transición energética.
- Se ha elaborado una guía exhaustiva que relaciona toda la documentación necesaria a presentar con la solicitud de admisión a trámite por en la obtención de la autorización administrativa previa y de construcción, la declaración de impacto ambiental y el proyecto de actuación específica en materia de urbanismo.
- Se ha creado la red de Oficinas Comarcales de Transición Energética, con el fin de que cada consejo comarcal pueda disponer de profesionales cualificados para realizar sus aportaciones al despliegue de renovables en el país.
- El Gobierno también ha impulsado la Mesa del diálogo social de las energías renovables, un espacio donde más de 50 agentes sociales de todos los ámbitos han podido poner en común y debatir soluciones para el equilibrio territorial a la hora de instalar energías renovables, y plantear aspectos como medidas de compensación interterritoriales.
- Se ha creado la Energética, una sociedad energética pública centrada en la generación y comercialización de electricidad de origen renovable, con el objetivo de convertir a la Generalitat en un agente activo en esta transición energética, capaz de incidir en el mercado.
- Se ha destinado más de 260 millones de euros en líneas de ayudas relacionadas con el uso de energías renovables, ya sean para el autoconsumo, para el uso térmico en la industria o para la constitución de comunidades energéticas.
Sector económico de futuro en Cataluña
La transición energética, además de un reto y una necesidad para la sociedad, es una oportunidad para generar riqueza y actividad económica en Cataluña. La implantación de energías renovables, pero también de soluciones de ahorro y eficiencia energética en ámbitos como la industria, la movilidad o la vivienda comportarán tanto el incremento de la demanda de determinados tipos de bienes y servicios como la aparición de nuevas ocupaciones vinculadas a estas actividades.
La Prospectiva Energética de Catalunya 2050 establece que la descarbonización de la sociedad catalana con el horizonte en 2050 requerirá inversiones por valor de 84.000 millones de euros, de los cuales 56.000 millones vinculados a las energías renovables. Además, se estima que si la transición energética avanza al ritmo previsto por la PROENCAT, generará 188.000 puestos de trabajo hasta 2030, de los que más de 65.000 están directamente relacionados con las energías renovables.
Además, el Govern ha puesto en marcha dos proyectos de I+D+i en materia de renovables para hacer de Catalunya un punto atractivo para que las empresas del sector de las energías renovables vengan a testar y desarrollar sus productos en condiciones de mercado.
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