BRUSELAS – El objetivo de la Unión Europea de tener cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 tendrá «profundas repercusiones geopolíticas», que incluyen ingresos considerablemente menores para los vecinos exportadores de petróleo y gas como Rusia, Argelia y Libia, el Instituto Universitario Europeo y dos influyentes think-tanks dijeron el miércoles.
Según sus propias estimaciones, las importaciones de petróleo de la UE para 2050 se reducirían al 79% por debajo de los niveles de 2015 para cumplir los objetivos climáticos. Las importaciones de gas caerían un 67%. Los estados de la UE importan la mayoría de sus necesidades energéticas de combustibles fósiles, y los expertos dijeron que los recortes bruscos en estas compras dañarían las economías cercanas y podrían desestabilizar a algunos países económica y políticamente.
«La UE debe darse cuenta de las consecuencias en el exterior de sus decisiones nacionales», dijeron los investigadores, que incluían a expertos de Bruegel y del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
El menguante consumo de combustibles fósiles de Europa podría, a su vez, deprimir los precios del petróleo, lo que afectaría a importantes productores como Arabia Saudita, incluso si tienen poco comercio con la UE.
Los investigadores dijeron que la UE debería reservar fondos para ayudar a los países vecinos a diversificar las economías que dependen de los hidrocarburos. Esto no solo ayudaría a los objetivos climáticos globales, sino que también ayudaría a la industria de la UE a ingresar a nuevos mercados de rápido crecimiento, dijeron.
Si bien las políticas climáticas reducirán la dependencia de Europa de los combustibles fósiles importados, los investigadores dijeron que Bruselas necesitará mitigar otros riesgos de seguridad, como la dependencia de las importaciones de materias primas utilizadas en las baterías de los vehículos eléctricos.
Otro punto de inflamación geopolítico es el plan de Bruselas para imponer costos de carbono a las importaciones de bienes contaminantes, lo que podría desencadenar represalias de países como China o Rusia, cuyas exportaciones de acero probablemente se encontrarían entre los primeros sectores afectados.
Los investigadores dijeron que la UE debería trabajar con la nueva administración de Estados Unidos para introducir conjuntamente medidas de carbono en las fronteras e incentivar a otros países a igualar sus esfuerzos.
Por: Kate Abnett, Reuters
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