Artículo publicado EFEVerde
Nueva Zelanda publicó este miércoles su primer plan nacional de adaptación a la crisis climática para hacer frente a los incendios, inundaciones y otros desastres naturales que se han vuelto más frecuentes y más feroces en el país oceánico por culpa del calentamiento global del planeta.
«Los fenómenos meteorológicos severos que antes parecían impensables, incluso hace solo unos años, están ocurriendo ahora a un ritmo e intensidad que nunca antes habíamos experimentado», dijo el ministro neozelandés del Cambio Climático, James Shaw, en un comunicado publicado hoy junto a este plan.
El gobierno neozelandés, basado en la primera evaluación nacional de los riesgos del cambio climático publicado en 2020, incluye 120 acciones y respuestas para proteger viviendas, infraestructuras, comunidades, patrimonios culturales y negocios del país.
Una de estas medidas es la publicación a finales de año de la información en línea sobre los riesgos de erosiones, inundaciones, incremento del nivel del mar, sequías, entre otros problemas de terreno que repercuten directamente en la elección de vivienda, inversión y negocios.
«Incluso con 1,5 grados de calentamiento (como se contempla en el Acuerdo de París), vamos a ver los impactos del cambio climático en nuestras comunidades y en la forma en que vivimos nuestras vidas. Por tanto, es absolutamente crucial que hagamos todo lo posible para adaptarnos a estos cambios», precisó el ministro.
En virtud del plan, las acciones y los nuevos riesgos climáticos serán evaluados cada seis años, mediante consultas con varios sectores, incluyendo a los maoríes, para identificar las respuestas urgentes a estos problemas, entre otras medidas.
Una de las críticas más fuertes a este plan es que no aborda quién pagará por los costes de los daños y la adaptación al cambio climático y los mecanismos para ordenar, de forma justa, a los pobladores que abandonen permanentemente sus viviendas en respuesta los desastres naturales.
«Es fundamental que se ofrezca una dirección y un apoyo más firme, sobre todo a las administraciones locales para ayudar a orientar la toma de decisiones a corto plazo, así como el establecer cómo se financiará y dotará de recursos a este plan», señaló el director ejecutivo del Consejo de Negocios Sostenibles de Nueva Zelanda, Mike Burrell, en otro comunicado.
El gobierno de la laborista Jacinda Ardern anunció en mayo un plan de 2.900 millones de dólares neozelandeses (1.809 millones de dólares estadounidenses o 1.777 millones de euros) para implementar políticas que reduzcan las emisiones contaminantes en Nueva Zelanda durante los próximos cuatro años, especialmente en el sector del transporte.
El gobierno de Nueva Zelanda, cuyo Parlamento declaró en diciembre de 2020 la emergencia climática, se ha comprometido a implementar uno de los planes más ambiciosos del mundo en reducción de emisiones con el objetivo de que la temperatura global no aumente más de 1,5 grados con respecto a la época preindustrial y alcanzar las emisiones neutras en el 2050.
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