(EFE) Miles de personas salieron este miércoles a Wuhan tras el levantamiento, en la madrugada local (16.00 hora GMT del martes), de las medidas de cuarentena que han mantenido la ciudad, cuna de la pandemia, sellada durante casi once semanas.
El ferrocarril ha sido uno de los medios de transporte más usados para marcharse de la urbe, aunque no el único: más de un millar de vehículos comenzaron a abandonar Wuhan por carretera al levantarse la mayoría de los controles de tráfico impuestos desde enero.
No obstante, 15 de los 75 controles que regulaban el tráfico entrante y saliente de la ciudad permanecían operativos este miércoles, afirmó hoy un trabajador de los puestos de peaje durante un viaje organizado para los medios.
Desde el 23 de enero se habían restringido todas las salidas desde esta urbe, capital de la provincia centro-oriental de Hubei, que durante muchas semanas fue el epicentro de la enfermedad no solo en China sino a nivel mundial.
Ahora, las autoridades afirman tener bajo control el brote, por lo que con el inicio de la jornada de este miércoles se reanudaron los servicios ferroviarios en las tres estaciones de Wuhan, desde donde partieron los primeros trenes, algunos con destino a ciudades como Jingzhou, en la misma Hubei, y otros con destino a grandes urbes como Cantón o Shanghái.
Según el diario oficial Global Times, las cifras de ventas de billetes actualizadas a fecha de ayer muestran que más de 55.000 pasajeros han adquirido ya billetes para viajar en ferrocarril, de los que el 40 % tienen destino en la zona del delta del Río de las Perlas (sureste), donde miles de fábricas emplean a trabajadores migrantes del resto de China.
«Muy contenta, muy contenta. Me voy a casa», comenta a Efe una pasajera apresurada por emprender su viaje.
LOS AVIONES COMIENZAN A DESPEGAR
El transporte aéreo, aunque lejos de la actividad normal, también se retomó hoy y el aeropuerto de la ciudad registraba bastante ajetreo.
Muchos de los viajeros visten monos blancos de protección, incluso los niños, en un ambiente de alegría contenida tras 76 días de estancia obligatoria en Wuhan.
Allí, un hombre que se identifica como Zhang espera a su vuelo para su ciudad natal, Qingdao, en el este del país: «Tengo ganas de volver. La epidemia me sorprendió estando en Wuhan, no he podido regresar desde entonces», explica.
Por su lado, una mujer enfundada de pies a la cabeza en un traje blanco de protección dice que se siente aliviada al ver el movimiento que hay en la terminal.
«Voy a Tianjin (en el noreste) primero. No las tenía todas conmigo sobre este viaje, pero de momento todo va bien», cuenta la mujer, que espera llegar pronto a Pekín, la ciudad en la que trabaja.
Sin embargo, los vuelos no podrán realizarse directos a la capital china, explicaron a los medios los empleados del aeropuerto.
Además, los aviones no irán llenos, como medida de prevención de posibles contagios (incluso después de superar los innumerables controles sanitarios y de seguridad a los que se somete a los pasajeros) y la ocupación de los aparatos podrá rondar solo el 50 por ciento.
Y sólo podrán optar a adquirir uno de estos billetes quienes acrediten su buen estado de salud mediante códigos QR generados a través de aplicaciones móviles, quienes, no obstante, deberán seguir pasando por controles de temperatura y de identidad.
Los sistemas desarrollados por las autoridades chinas establecen tres categorías -verde, amarilla y roja- para esos códigos; un código verde supuestamente garantiza que la persona no está infectada y que no ha estado en contacto cercano con casos confirmados o sospechosos de estar contagiados.
COMIENZAN A OPERAR AUTOBUSES, TAXIS Y FERRIS
Aparte de las conexiones ferroviarias, la agencia estatal de noticias Xinhua informó de que también se reactivarán hoy otras 30 rutas de autobús para situar el total de líneas operativas en 346, y reabrirá otra línea de metro.
Asimismo, este miércoles volverán a operar los taxis y transportes por ferri y tranvía, así como los autocares para rutas de larga distancia, mientras que las líneas de media y corta distancia permanecerán suspendidas por el momento.
La ciudad, de 11 millones de habitantes, ha registrado desde finales de diciembre más de 50.000 casos confirmados de COVID-19, de los que, según las cifras oficiales, han muerto 2.571 personas.
Y mientras la ciudad se despereza, este martes volvió a registrar una muerte por COVID-19, después del hito de los cero fallecimientos por la neumonía de los que la Comisión Nacional de Sanidad informó en la víspera.
En Wuhan quedan todavía 445 contagiados por coronavirus «activos» de los 1.190 de todo el país. Entre los 189 pacientes en estado grave, 155 están en la capital de Hubei.
Las cifras oficiales, sin embargo, muestran una mejoría muy notable de la situación en un país en el que han perecido al menos 3.333 personas por la COVID-19 entre los 81.802 infectados diagnosticados desde el inicio de la pandemia.
Las autoridades sanitarias del país asiático indicaron que, hasta la pasada medianoche local (16.00 hora GMT del martes), se certificaron dos nuevas muertes por la resultante neumonía COVID-19, una en Shanghái (en el este) y la mencionada en Wuhan.
A pesar de estos nuevos casos, el número total de infectados «activos» en China continuó descendiendo hasta los 1.190 (de los cuales, 189 permanecen en estado grave), ya que el número de pacientes dados de alta acostumbra a ser mayor que el de nuevos contagios.
Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a 715.854 contactos cercanos con infectados, de los cuales 13.334 continúan en observación, y de ellos, 83 serían casos sospechosos de haberse contagiado del coronavirus SARS-CoV-2. El pasado 12 de marzo, el gobierno chino declaró que el pico de transmisiones había llegado a su fin en el país asiático
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