La revista Tinta Verde realizó, en su tercera edición, una entrevista a a Daniel Cámac, Vicepresidente Comercial de ENGIE Energía Perú y Deputy Country Manager de ENGIE Perú. En ella se habla del proceso de diversificación de la empresa hacía las energías renovables. A continuación, adjuntamos el contenido total de la entrevista.
Cuéntanos la historia de la empresa de manera general, ¿cómo han venido a instalarse y cuál es el core del negocio?
ENGIE Energía Perú es parte del grupo ENGIE que cambió a esta denominación hace un par de años, siendo la anterior denominación “GDF SUEZ”, un consorcio Franco-Belga. De hecho, en el mundo somos líderes de la parte de provisión de energía eléctrica y obviamente de toda la infraestructura de gas natural. A nivel de Latinoamérica operamos en Chile, Perú, Brasil, México y en EE. UU. En Perú estamos presentes hace más de 20 años, cuando iniciamos operaciones en Ilo. Posteriormente, fuimos desarrollando otros activos de generación en el centro y norte del país. De esta forma inició la compañía ENERSUR en Perú y luego, con el cambio a nivel mundial, ENERSUR pasó a ser ENGIE Energía Perú.
¿Cómo es que ENGIE decide migrar parte de su core en energías renovables, teniendo una inversión intensa en infraestructura?
Las decisiones deben tomarse en el momento indicado, a nivel mundial tomamos este camino hace varios años y recientemente en Perú. Estamos convencidos que no se necesita una legislación especial ya que hoy en día es competitivo producir electricidad con energías renovables. El mercado de generación eléctrica en el mundo es muy competitivo. Se puede elegir entre instalar una tecnología u otra, pero quien consume electricidad siempre va a buscar aquella que sea más eficiente y económica y mejor aún si es renovable; por ejemplo, si se tiene una central hidroeléctrica, que hoy en día cuesta 70 dólares el megavatio-hora versus una opción con energía renovable a 40 dólares el megavatio-hora, ¿a quién le compraría un consumidor? La respuesta es obvia. Entonces, ese escenario es el que vemos ahora. Creo que nuestro principal valor y ventaja durante todo este tiempo ha sido justamente el tomar las decisiones correctas con la suficiente anticipación. Ahora estamos apostando con nuestro primer proyecto Intipampa que es una central de 40 megavatios; ahí hemos instalado 138 mil paneles fotovoltaicos.
¿No dejan de lado entrar en eólicos posteriormente?
No descartamos. Siempre estamos evaluando opciones de más proyectos que pueden ser centrales solares y también de generación eólica. Eso forma parte de nuestros procesos de innovación continua.
En el sur tenemos opciones de energía del calor de los volcanes, ¿eso también lo evalúan?
No lo vemos con prioridad por ahora, por lo menos no en el país. Tenemos experiencia con geotermia en otros países y sabemos que se necesita mucha inversión inicial porque se tiene que verificar el recurso; eventualmente, se pueden hacer muchas inversiones tal como ocurre con la búsqueda de hidrocarburos y esto no es tan confortable. Su ventaja, a diferencia de las eólicas y solares, es permitir una generación gestionable ya que la puedes tener las 24 horas, pero todavía es más costosa. Nosotros estamos evaluando varias opciones a lo largo del territorio nacional, obviamente nuestro foco está en el sur. Hemos nacido ahí, tenemos un sentimiento especial por el sur y queremos seguir con el desarrollo ahí. Hoy tenemos recursos importantes en toda la costa del Sur, desde Arequipa hasta Tacna, pero por el momento no estamos pensando en geotermia.
Hace algunos meses encontramos que, en los países nórdicos, Alemania, Austria y Francia era muy común las cooperativas de consumidores que compran uno o dos aerogeneradores y de allí se autoabastecen, ¿qué les parece esa idea?
Nosotros aquí tenemos una concesión en San Martín y allí instalamos paneles solares para los pequeños poblados; de tal manera que puedan tener energía para los recursos básicos. Tenemos la concesión ahí y creemos que podemos crecer mucho más en eso, incluyendo el concepto de micro redes. Pero en general, no queremos apostar solo por la generación renovable aislada, sino que también por lo que nosotros llamamos, generación descentralizada. Lo tradicional, es la generación centralizada más la transmisión para trasladar la energía hasta el consumidor. Ahora la lógica es diferente, es tiempo que la generación esté más cerca al consumidor y en menor tamaño. Algunos lo llaman generación distribuida, nosotros lo llamamos generación descentralizada. Tenemos aquí mismo en las oficinas en San Isidro el techo solar, que es un techo en el que hemos instalado 100 paneles solares para autoabastecernos durante el día y en este caso, con energías limpias que nos alcanza para cubrir parte del consumo de nuestras oficinas. Ahí son 100 paneles solares, y lo ideal es que todos también tengan esos paneles en sus casas así como en las oficinas; ese es el concepto de generación descentralizada. Te evitas construir muchas líneas de transmisión, redes de distribución y vas a donde está la necesidad directamente.
Y también me dicen que van a entrar en el tema de los buses y autos eléctricos, explícanos un poco de ello
Así es. Estamos apostando también por la movilidad eléctrica. Debido a que ahora la tecnología en términos de batería, autos eléctricos, cargadores, ha evolucionado grandemente y esto tiene que ver con la disminución de los costos de inversión, operación y mantenimiento. Estamos importando un bus, haciendo un prototipo importante con algunas empresas privadas. Como piloto, tenemos instalado un cargador eléctrico en nuestro local y utilizamos un auto eléctrico para movilizarnos y visitar a nuestros clientes.
¿Cuáles son los principales desafíos y problemas que tienen, en esta perspectiva de los renovables?
Cuando se dispone del sol los paneles solares funcionan y cuando dispones del viento los aerogeneradores funcionan, pero cuando no están presentes estos recursos naturales cae la producción energía, es decir, dejan de funcionar. Entonces se tiene que tener el complemento de otra energía con la que se pueda cubrir inmediatamente a la renovable porque el sistema eléctrico, a diferencia de otros sistemas, siempre tiene que estar en equilibrio, es decir, se tiene que tener oferta para abastecer la demanda, ya que una caída súbita de la oferta generaría un blackout (apagón). Es por eso, que se debe tener unidades que estén alerta, a medida que cae una, activar otras casi en forma instantánea. Eso significa que el complemento de generación debe ser térmica a gas (la hidroeléctrica es más cara) y esta tiene que ser lo suficientemente flexible.
En muchos países donde se comenzaron a instalar de manera masiva centrales renovables hubo un problema porque a las plantas termoeléctricas las tienes que prender y apagar frecuentemente y esas plantas no están diseñadas para ese tipo de funcionamiento, tienen un determinado número de arranques por año ya que de lo contrario tienes que hacer mantenimientos más frecuentes. Por esta razón, la operación de estas centrales sería más cara y ¿quién asumiría ese costo?, es ahí donde aparece un mercado de servicios complementarios que la red necesita para regular la frecuencia. Entonces, ¿cuál es el reto?… es que el sistema eléctrico esté preparado, y esto se puede hacer con centrales a gas.
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