Artículo publicado en EFEVerde
La técnica de pozos de infiltración de agua permitirá devolver el 80 % del recurso hídrico al subsuelo en varias calles de Sevilla donde se desarrolla y ejecuta el proyecto de adaptación al cambio climático LIFE Watercool.
Pozos de infiltración para recuperar el agua de escorrentía
El proyecto LIFE Watercool se desarrolla desde 2019 en la avenida de la Cruz Roja y cuatro calles aledañas, cuyas obras incluyen la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento de agua, de alumbrado, el aumento de arbolado y la instalación de elementos urbanísticos y tecnológicos que permitirán bajar la temperatura hasta diez grados en tres estancias ubicadas en el entorno.
El ingeniero de Caminos de la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (Emasesa), Juan Luis López Martínez, ha explicado a la Agencia EFE que los elementos que se están utilizando para lograr la recuperación del agua de lluvia son los pozos de infiltración, instalados durante las obras en la avenida de la Cruz Roja.
Los pozos de infiltración «forman parte de los Sistemas de Drenaje Urbano Sostenible (SUDs), que pretenden gestionar el 80 por ciento de agua de pluviales de forma más eficiente, es decir infiltrar toda el agua de lluvia en el terreno y de ahí transportarla a los pozos que lo llevan a la capa freática, que se encuentra a poca profundidad».
Para lograrlo, en la renovación de las aceras en las calles se utiliza «adoquín permeable por junta apoyado en una capa de gravas», de forma que el agua cuando llueve se filtra por el adoquín y se almacena en la capa de grava, ha señalado López Martínez.
De allí, a través de «un tubo dren, se lleva a los pozos de infiltración a unos tres metros y medio de profundidad aproximadamente para su almacenamiento, desde donde poco a poco se va infiltrando al terreno».
De esta forma, gran parte del agua que cae con la lluvia no va directamente a las tuberías de saneamiento sino que se » devuelve al terreno».
Así se consigue que toda la calle en vez de tener una permeabilidad cero, que es lo que habitualmente se tiene en cualquier calle por la colocación del adoquín, el acerado o el pavimento de aglomerado, «aumenta la permeabilidad del terreno y devuelve el agua al subsuelo».
Según el ingeniero de Emasesa, el agua de lluvia «se ha ido perdiendo con la extensiva pavimentación de las calles en las ciudades» y Sevilla no es la excepción.
Con esta técnica, «lo que se consigue es que se vuelven a recargar los acuíferos subterráneos».
López Martínez ha subrayado que actualmente el agua que cae en una situación normal «va a la red de saneamiento, de ahí pasa a un punto de vertido y de ahí llega a la depuradora», con lo cual «no se recupera para el terreno».
Devolver el ciclo natural del agua
Con la construcción de los pozos de infiltración sí se recupera, y, de cierta manera, «se vuelve al estado natural, porque antes de que el suelo se urbanizara, cuando el agua caía volvía al terreno, porque el suelo natural es mucho más permeable que el urbanizado», ha señalado.
Con ello, se devuelve «el ciclo natural del agua que tenía la calle previamente a que fuera urbanizada».
Esta es una de las técnicas de aplicación en el proyecto LIFE Watercool, cofinanciado por la Unión Europea, y que persigue el ahorro de agua, de energía y lograr el confort térmico en varias estancias determinadas, como una parada de autobús, una en un centro de educación y otra en la plaza delante del mismo.
Estos logros se conseguirán por medio de la utilización de la tecnología que ha puesto en marcha el departamento de Termotecnia de la Universidad de Sevilla, que trabaja conjuntamente con Emasesa, el Ayuntamiento de Sevilla, la empresa de tecnología Alten y EFEverde de la Agencia EFE en el proyecto LIFE Watercool.
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